Nací un 8 de mayo de 1975 a escasos tres meses del fin del gobierno revolucionario de Juan Velasco Alvarado, el primer “Chino” que conociera el Perú. Fui, en este mundo donde todo se etiqueta, tal vez para no olvidar de qué se habla como en Cien años de Soledad de García Márquez, parte de la llamada X Generation*. Con relación al libro Generación X, de Douglas Coupland. Si bien es cierto el término se usó desde la década del 50.

¿Cómo era el mundo donde crecí? Los convulsos años 80 fueron tiempos de violencia y cambios políticos, del retorno de la democracia luego que Morales Bermúdez derrocara a Velasco. Años en que la brutal diferencia entre los dos “perúes”, el urbano y privilegiado y el urbano no privilegiado y el rural, chocaron con la fuerza de los trenes bala del Japón.

Lo anecdótico es que para muchos amigos y para mí esos años forman parte de nuestros mejores recuerdos. No es que hayamos vivido cegados como en la película de Roberto Benigni “La vida es bella”, sino que siendo honestos los rigores de la violencia no afectaron tanto al barrio Salamanca de Monterrico, un suburbio estilo norteamericano que va siendo destruido por una “modernidad” chicha, pero que aún resiste. Me desarrollé jugando en la calle, bebí la prohibida, y sabrosa, agua de manguera, aprendí a usar el trompo, las bolitas, con soldaditos de la segunda guerra mundial de plástico, la tecnología estaba representada por el Atari. Mi primo Raúl fue uno de los primeros en el barrio en tener uno. Ver esos cuadraditos moverse por nuestra voluntad era lo más parecido a la magia que uno podía imaginar.En la década siguiente, y muy a mi pesar, estudié Análisis de sistemas (la carrera del futuro) en la mítica “casita” de SISE ubicada en la esquina de Larco y 28 de julio en Miraflores. El año que ingresé, 1992, figuraba como uno de los más caros institutos de Lima y “competíamos” con Cibertec. Recuerdo que las PC tenían el fondo negro con letras verdes. Bueno, dentro de todo estaba en “onda”, podía surfear las corrientes tecnológicas.

Sin embargo, sin que me diera cuenta, la tecnología se disparó. Empezó a caminar diez pasos por delante de gente. Yo abandoné la carrera y literalmente me desconecté. El rock ando roll y los excesos de mi generación, los nuevos 60 según algunos, hicieron que me sumerja en una caverna, similar a la que Platón usaba de ejemplo.

La  vida pudo haber continuado así para mí. Total, soy escritor, siempre habría alguien dispuesto a realizar el trabajo mecánico de la redes. Hasta que… Un día apareció un virus mortal que envolvió el planeta de la noche a la mañana. La pesadilla se volvió realidad, y todavía no podemos despertar, no más ferias de libros, no más presentaciones públicas, no más eventos literarios, este año viajaría al Parlamento de Escritores  de Cartagena de Indias.La única opción posible para un escritor “caverna” como yo, la más natural, sería desaparecer. Dejar de publicar. Dejar de vender. Dejar de dictar talleres. Hasta que el Covid 19 decida irse o alguna vacuna lo asesine derritiendo su lípida cubierta. ¿Y mientras tanto qué? ¿Cómo podría ganarse los frijoles honradamente un escritor semi-arcaico?

Una mañana me decidí, pensé ¿qué hago?, ¿le declaro la guerra a la tecnología?, otra vez, porque eso es lo que ella esperaba que haga, que me rinda y extinga como el Tiranosaurio Rex, pensaba que sería subirme a un toro mecánico de rodeo, y una vez que resbale el animalejo reiría en mi cara. Cerré los ojos y  me interné en la jungla digital. Al poco tiempo descubrí que el monstruo no resultó tan difícil de domar, que a fin de cuentas la tecnología nos mantiene cerca. Descubrí que podíamos ser amigos. Yo un escritor de la X Generation tenía su lugarcito en el universo manejado por las fuerzas millennials.

Ahora, con mi editorial virtual para publicar libros digitales y mis obras vendiéndose en las diferentes plataformas, varias de ellas incluso de descarga gratuita y solidaria por los tiempos que vivimos. Ahora, la tecnología y yo descansamos en la hamaca de mi patio, reconciliados y escuchando Walk on the wild side de Lou Reed, haciéndonos un guiño, sin dejar de sonreír.

*Designó a los jóvenes escépticos y desilusionados,  nacidos entre 1965 y 1975 en un mundo donde imperaba el discurso y credo neoliberal.

FRANCISCO ADRIANO LEÓN CARRASCO

Nació en Lima el 8 de mayo de 1975. Escritor, poeta, editor, historiador, músico. Cursó estudios de literatura en la UBA (Universidad de Buenos Aires). Promotor cultural. Publica  la novela corta Resplandor Púrpura (Grupo Editorial RAS, Lima, 2004). El año 2005 obtiene mención honrosa a nivel nacional en el concurso de Poesía Iberoamericano, Cuento y Dramaturgia 500VL, organizado por el Boulevard de la Cultura de Quilca y la Municipalidad de Lima. Aparece su primer poemario titulado Ad Gloriam (Arteidea editores, 2006). Publica el trabajo de investigación: La historia de Salamanca de Monterrico (Grupo Editorial RAS, 2006 – 3 ediciones).
Obtiene 2ª mención honrosa en el concurso mundial de poesía erótica Bendito sea tu Cuerpo (2008). Aparece en el compilatorio del mismo nombre. Aparece su plaquette Sandra, (Maribelina editores, 2009). Publica su poemario temático Summer Screams(Hipocampo editores, 2009). El 2012 publica. Publica Historia de Sangallaya (Asociación Distrital Sangallaya, 2012). El año 2013 publica con Altazor editores su segunda novela Tigres de Papel. Publica la II edición de su novela Resplandor Púrpura, editada por G4eneration (2014), en Buenos Aires. Publica Salamanca Sixties Un estudio sobre el rock en la Clase Media de Lima, (Editorial Selección Gallera 2014). Publica su novela Los Stones, (Animal Literario, 2016).
Publica Song From Lima, poesía, (Korriente A editores, 2017). Publica el trabajo de investigación Wanka Rock, historia del rock en Huancayo de 1959-1979, Korriente A editores (2017) con una reimpresión de Sonidos Latentes Producciones ese mismo año. Dirige el equipo técnico para la elaboración de el Plan Municipal de La Lectura y el Libro de la Municipalidad Provincial de Cusco, 2017. En 2018 publica tres ediciones de Manco Inca y la gran guerra de reconquista (Grupo Editorial RAS, Raymi Editores, Zafiro Editores). Con tres ediciones agotadas en menos de tres meses. El libro fue el segundo más vendido de la Feria Internacional del libro de Cusco.
Ha aparecido en 20 compilados de poesía a nivel mundial, incluye traducciones al francés y portugués de su obra. Ha sido columnista del diario Extra, y del Diario del País, Diario del Cusco, Diario El Sol del Cusco. Además de las revistas digitales Punto de Encuentro, Main Neim, Cronopio, etc., a nivel nacional e internacional. Ha sido conductor del programa El Rincón de Los Incomprendidos por HCM Tv radio, y de Palabra x Palabra por HCM Tv radio. Ha editado más de 20 libros con su sello RAS. Es en la actualidad columnista del semanario Qosqo Times y editor periodístico de la revista Open Cusco, de distribución gratuita en Lima y la Ciudad Imperial.
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