He reflexionado en estos días, debido a todo lo que está pasando afuera y adentro. De noche es palpable el miedo ¿pero de qué?, ¿de mí? Una aguja en un pajar, ¿Cuáles son las probabilidades de encontrarse? Altas. No puedo cruzar la puerta sin sentir un escalofrío, entonces ¿tengo miedo de mí y eso es lo que me angustia? No, no se trata de eso, es de lo que nos depara el futuro.

Y es que la tristeza es grande, es difícil no sobre pensar todo lo que sucede a nuestro alrededor. Las cifras aún no bajan, las salidas son cortas y restringidas, celebrar un cumpleaños es un deseo distante. La interacción con los otros ha cambiado drásticamente. Antes el otro, la otra, no necesariamente era alguien que amenazaba, hoy te encuentras con alguien en la calle y percibes que puede atentar contra tu existencia.

Tres estudios de lucian freud, Francis Bacon

Ahora hay que cuidar constantemente la distancia social y todo lo que tocamos allá afuera, eso incluye a las personas. Todo esto resignifica las relaciones interpersonales y nos cuesta, pues somos seres sociables que estamos acostumbrados a vivir en comunidad (con raras excepciones) A pesar de la amenaza invisible, puedo afirmar que no hay peruano, ni peruana que no extrañe un almuerzo familiar o reencontrarse con los amigos. 

Siguiendo con las reflexiones, ahora que paso más tiempo conmigo, puede ver claramente como si mirara a través de una pintura y se me revelaran sus intenciones muchas de las cosas que no estaban funcionando con respecto a mi y a mi entorno. La sociedad iba muy rápido. Antes vivíamos en una constante actividad, estábamos a mil por hora en un tren que no iba parar, sin darnos cuenta la rutina y las exigencias de la vida moderna nos comenzaba a absorber: te levantas, corres, te alistas, vas, estudias o trabajas, subes, terminas, bajas, vuelves, duermes y de nuevo te levantas. No teníamos tiempo de sentarnos en la mesa a compartir y mucho menos compartir con nosotros mismos. Me he dado cuenta que a veces la gente tiene miedo de encontrarse a sí mismo. 

Lawy Macassi pintando, foto por Alex GDV

Esta “cuarentena” es la posibilidad de reconciliarse. Tal vez no lo quería admitir, a la vez siento que no me di cuenta, pero quedarse en casa es un privilegio. Muy bien. Aceptado e interiorizado, ahora… ¿Como podría aprovechar este ¨privilegio¨ a mí favor y a favor de otros? La respuesta fue: aplica tu capacidad de resiliencia y explora tu creatividad. Una persona creativa tiene más herramientas psicológicas a la hora de afrontar situaciones complejas, porque esta permite explorar diversas alternativas y expresar no solo lo que pensamos, sino también lo que sentimos y eso nos inspira a crear. Si desarrollamos esta capacidad, fortalecemos nuestra forma de enfrentar momentos difíciles, como lo que estamos viviendo hoy. A veces se nos olvida, pero tenemos que estar bien por dentro para poder estar estables por fuera.

A mí personalmente, dejar volar la creatividad me sirve, no ejercicios académicos clásicos sino pintar sin molde, sin base, de frente. Me tranquiliza mezclar colores, modelar rostros y personajes, plasmar nuevas realidades en papel. No solo con pintura, el lapicero también es un aliado. Escribir, sobre todo de noche, y concentrarme en el presente en el que soy, botar, desfogar todo lo que me acongoja. La angustia que a veces me abruma por no saber que vendrá se vuelve letras o pinceladas y estas expresiones artísticas, puedo verlas más adelante como un recordatorio de lo que tuve y tuvimos que vivir.

Ternura, Oswaldo Guayasamín 

Estoy canalizando mi tiempo, explorando mis talentos y posibilidades, afirmándome en aquello que me apasiona, por ende, reafirmando mi personalidad y en que creo, creando, y eso me permite recuperar la estabilidad emocional. Al igual como yo, todos podemos. Cuestionar no está mal, no tengas miedo de hallar lo que no te gusta de ti. Hay que escarbar y encontrar los matices. No necesitamos salir ni interactuar con otros para encontrarnos. No pido que se sienten dos horas frente a un espejo a hacer preguntas y terminar con un autorretrato. Les pido que seamos creativos y busquemos hacer un trabajo interno en este tiempo. Al igual que el arte existe en todas sus formas hay mil maneras de encontrarse. Para algunos cocinar es relajante, para otros comenzar el día con una meditación de yoga es imprescindible; a mi abuela le da seguridad regar sus plantas y alimentar a su canario; a mi madre le trae paz bailar. Aclarar las situaciones del pasado que quedaron incompletas, como un boceto que no fue terminado. Ser vulnerables y compresivos con nosotros mismo para poder serlo con los demás. Entender que la situación es complicada pero que nosotros somos fuertes.

Mi cuarto se ha llenado de dibujos y pinturas, de rostros que me miran como hijos e hijas, algunos enojados, algunos tristes, otros tranquilos, pensativos, contentos de haber sido creados, cuando el aire se torna muy pesado y siento la creatividad escaparse de mis dedos, verlos me hace saber que no hay mal que dure cien años y que a pesar del encierro el arte sigue con nosotros, recordándonos que estamos vivos.

Cuarentena Sketch, Lawy Macassi 

LAWY MACASSI

Nació en Lima (1996) es una joven ex estudiante de la carrera de literatura, aspirante a actriz y actual estudiante de artes plásticas especializada en Pintura (PUCP). Ha dirigido, producido y actuado en dos cortometrajes (videoartes) ambos puntuados en el quinto superior de su salón y el último ¨Over The Line¨ elegido para la actual 80 exposición de Arte de la PUCP. Participó como extra en dos películas peruanas. Ambientalista y amante de la naturaleza, desde hace tres años ha estado en diferentes voluntariados como Orca, Clima de cambios, Fauna Forever, HAZla por tu playa entre otros. Sus pinturas han sido vendidas en distintas ferias artísticas de la escena contemporánea.Sus trabajos tanto en poesía como en pintura y medios audiovisuales exploran el amor, el desamor, el dolor y la locura; los monstruos que habitan entre nosotros y en nosotros.