No es momento de teorías conspirativas. Los peruanos y ciudadanos de todo el mundo necesitamos información real para poder enfrentar de la mejor manera, desde donde nos toque, la crisis más grave de nuestra historia reciente. No se ha determinado con precisión cómo surgió este virus. Pero sí se sabe que comenzó en China, donde no informaron a tiempo y ocultaron su cifra real de muertes. Luego se vieron obligados a rectificarse. También es cierto que, mientras para la gran mayoría esta enfermedad fue una sorpresa, no lo fue para muchos científicos quienes intentaron alertarnos por todos los medios. Pero no los escuchamos con atención.

Bill Gates, por ejemplo, en un Ted Talk de marzo de 2015, dijo, señalando la imagen de un virus proyectada en pantalla gigante “…el riesgo se ve así… Si algo mata a más de 10 millones de personas en las próximas décadas, es más factible que sea un virus de alta infección antes que una guerra”. Cada año el mundo gasta más de 1,6 billones de dólares en armas. Según un informe de Amnistía Internacional, en los últimos 10 años se ha gastado más de 100 mil millones de dólares y el 70 % de ese negocio lo mueven Estados Unidos, China, Rusia, Francia e Inglaterra. Ahora podemos entender porque nadie prestó atención a Gates cuando dijo que no moriríamos por misiles, sino por microbios.

El dinero ha movido al mundo desde hace mucho tiempo. Pero lo que viene ocurriendo en las últimas décadas ha sido y es una verdadera locura. Miles de millones de dólares invertidos en tecnología desechable. Mega eventos para presentar teléfonos inteligentes que toman fotos con 2,3,4,5 cámaras a 12,15,20,40, 50 píxeles. Pantallas de 4,5,6,8 K. Estupidez y media en máxima resolución a tiempo real. Y nosotros, o mejor dicho, los que podíamos pagarlo, hemos sido cómplices ansiosos de ese orden mundial en el que la superficialidad, el egoísmo, la falta de solidaridad y empatía han llevado a nuestra especie a golpear como nunca antes nuestro planeta y nuestra salud, con esos niveles de consumo enfermizos.

¿Es irónico que sea uno de los hombres más ricos del mundo el que haya pedido este grito de auxilio? No tanto. Gates es consiente de lo vulnerables que somos. Unos más que otros sin duda, como siempre. Pero este ataque es a nuestra especie. Esta vez somos los seres humanos, no los chanchos ni pollos ni vacas los que transmitimos este virus y si bien es un golpe durísimo, muchos sobrevivirán o sobreviviremos y si no aprendemos de esta enorme lección, nada de esto habrá valido la pena.

Por eso, es necesario que se nos informe con la verdad y de manera clara, así sea dura. El gobierno del presidente Vizcarra, en medio de las limitaciones históricas que tememos como país, está haciendo un buen trabajo. Fuimos los primeros en la región en declarar la cuarentena y en ensayar medidas drásticas que nos obligaran a permanecer en nuestras casas. Sin embargo, esto no es suficiente. Por un lado, nuestra idiosincrasia nos lleva a reaccionar recién a último momento. Tiene que morirse o infectarse un ser querido para tomar en serio esta crisis. Por otro, el estado paupérrimo de nuestro sistema de salud.

Me comentaba el cineasta Pili Flores Guerra, que fue Odría, el último presidente que se tomó en serio la importancia de invertir en la salud pública. Hace 70 años. Desde entonces, nadie le prestó la debida atención. Tal vez, el virus del capitalismo imperante los llevó a creer que lo importante era permitir la modernización de las clínicas privadas. Mientras que la gran mayoría siguió en este sistema de salud. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), Perú ocupa el puesto 129 en el ranking de sistemas de salud del mundo. En América, sólo estamos un poco mejor Haití. Reitero, siento buena intención en este gobierno, pero creo que necesita ser aún más claro con la ciudadanía sobre la gravedad de la medida y también más sinceros con ellos mismos sobre sus reales capacidades.

El jefe del gobierno español, acaba de anunciar que, basado en recomendaciones de científicos, pedirá al Congreso la prolongación hasta el 11 de mayo. Esto, pese a que el nivel de contagio se ha reducido allá a menos de 1.Por su parte, la OMS, ha informado los 6 requisitos que debe cumplir un país para levantar el estado de emergencia:

1.- Transmisión del virus controlada
2.- Sistemas sanitarios en capacidad de “detectar, probar, aislar o rastrear cada caso.
3.- Estricto control en los asilos y hospitales
4.- Prevención asegurada en trabajos y espacios de socialización.
5.- Tener controlado el riesgo de importar personas infectafas.
6.- Que la ciudadanía esté completamente informada y comprometida para esta nueva normalidad.

En el Perú la curva está al alza y no cumplimos ninguna de las recomendaciones de la OMS. Debe considerarse una prolongación de la cuarentena y la ciudadanía estar preparada para ello. Por eso, porque esta historia recién comienza su etapa más dura, siento que se necesitan voceros sectoriales con mayor presencia, que coordinen con los gremios los nuevos estándares de trabajo y socialización.  Los alcaldes deben tener un rol más activo y ellos a su vez incluir a su vez a los vecinos. Debemos esforzarnos más que España, con un sistema de salud que nos lleva años luz, para trabajar juntos en la reconstrucción de esta nueva sociedad tanto a nivel de forma como también de fondo.

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