Hace 20 años se produjo uno de los ataques más significativos de la historia, la caída de las Torres Gemelas. No solo se paralizaría la ciudad de New York y; por ende, los Estados Unidos, sino el mundo entero. En la siguiente nota repasa cada detalle que posiblemente aún no sepas, como por ejemplo: un trabajador sobreviviente, las mentes detrás de la operación, el por qué de la caída, cómo se encuentran hoy en día esas calles de Manhattan y hasta un peruano que por vocación pudo ser una víctima más.

LA ÚNICA VEZ EN LA QUE VALIÓ SER IMPUNTUAL

Hans Gernot Schenk es un colombiano naturalizado alemán de 50 años que estuvo a algunos metros de ser parte de los 2763 fallecidos en el atentado, como su jefa. Para setiembre de 2001 Hans trabajaba en una empresa de logística en el World Trade Center, popularmente conocida como la «Torre 1». La mañana del 11 de dicho mes el colombo-alemán venía de pasar la noche fuera de casa, lo cual pudo haber sido una desventaja. Así es, pudo. Ya la habían notificado que la hora de ingreso era 9:00am.

Schenk debía volver a su hogar para poder alistarse e ir al trabajo. Esto hizo que, sumado a su recorrido hacia el tren, se demore diez minutos más de lo permitido; sin embargo, segundos después sería de los primeros en evacuar y así salvar su vida. El atentado le quitó compañeros de trabajo y, lo que es más, un malestar personal durante mucho tiempo. Actualmente, la persona que lo acompañó en la ruta para esa jornada lo saluda cada 11 de setiembre, como si de su cumpleaños se tratase.

TODO FRÍAMENTE CALCULADO

El grupo terrorista «Al Qaeda», responsable del ataque terrorista, se organizó de tal manera que tendría a 19 hombres repartidos en 4 aviones distintos. Todos esperaron despegar y que pasen unos minutos para hacerse con las naves y todos sus tripulantes. Estaba tan bien pensado todo que hasta escogerían vuelos de distancias largas; ya que, era la manera más segura de contar con más tiempo para los atentados.

NO FUE UNO, NI FUERON DOS, NI TRES

Si bien en este día se piensa automáticamente en los que solían ser los edificios más altos, no es de conocimiento de mucha gente que fueron 4 los centros históricos altamente perjudicados: La Torre Norte y Sur del World Trade Center, El Pentágono y un campo del municipio de Stonycreek.

La «Torre 1 y 2» fueron atacadas por aviones provenientes de Boston, ambos contaban con 5 secuestradores respectivamente; El Pentágono vio poco a poco como es que el vuelo originario de Washington demolía gran parte de la base militar, aquí 5 secuestradores originaron todo; finalmente, el cuarto vuelo iniciado en Newark tenía en la mira al Capitolio; no obstante, pasajeros abordo opusieron resistencia y no permitieron que esto suceda a manos de 4 criminales.

¿POR QUÉ CAYERON LAS TORRES?

Resultaría obvio pensar que todo se dio por el impacto de las aeronaves, pero siempre debemos ir un poco más allá de lo que es notorio. La arquitectura de las torres hasta se diseñó para aguantar altos impactos. Lamentablemente, no se contaba con que las estructuras terminarían jugándose en contra. Los pisos se irían desplomando uno sobre otro, los materiales empleados contra incendio se deterioraron y por si fuera poco el combustible de ambos aviones venían cargadas de gasolina, lo que incrementaba el fuego.

DE EL PUNTO MÁS ALTO AL VACÍO MÁS SIGNIFICATIVO

Actualmente, aquellos vacíos que nos dejó el desplome del antiguo corazón de New York toma gran peso por el aporte que le hace a la cultura. Ambas superficies cuadradas hoy llevan alrededor de un concreto el nombre de aquellas desafortunadas personas que perdieron la vida en el incidente de hace dos décadas. Suele ser una zona concurrida por turistas y principalmente ciudadanos americanos, que con frecuencia también visitan los museos disponibles alrededor. Alguno de ellos cuenta con residuos de tan trágico día.

EL TESTIGO PERUANO…

Pedro Cárdenas es un fotógrafo peruano que trabajó mucho tiempo en la ciudad en la que alguna vez se perdió «Mi pobre angelito». Algo anecdótico fue que Cárdenas tenía pensado alguna vez subir a lo más alto del World Trade Center, felizmente no se animó en el corto plazo. A lo que sí se atrevió fue a ser parte de aquellos afortunados que tuvieron la primicia en fotografías.

«Veía a la gente salir y yo me me metía. Estás loco, me gritaba la gente. Yo solo apelaba a seguir mi pasión, el fotoperiodismo». Esto es un poco de lo que nuestro compatriota le pudo narrar en entrevista al portal Andina. Él deseaba tener las mejores tomas y para ello había que inmiscuirse más en el asunto, aunque esto pudo costarle la vida. «En un momento me acerqué tanto que saqué una extraordinaria toma, pero si las torres se hubieran caído de costado hubiese acabado con mi vida», agrega.

Le toca en el corazón saber que su madre se preocupó mucho durante esas horas. Igualmente, no puede evitar emocionarse al pensar de que por más que hoy existan miles de imágenes, él fue el artífice de las mejores y que, incluido eso, se llevó quizás el mejor episodio en lo que concierne a su carrera como periodista. «No son solo unas fotos, es algo realmente importante».

Escribe: Alex García (@alexon.32)