El equipo de Cocktail se trasladó a Arequipa para conocer el Taproom de la firma «7 Vidas», la cual forma parte del conjunto de cervecerías más emblemáticas del Perú. Una propuesta desinhibida e irreverente que vale la pena conocer.

El movimiento artesanal ha revolucionado la era contemporánea. Por ello, el maestro cervecero, Marco Málaga, se juntó con sus socios para apostar por un nuevo proyecto. «Siempre ocurría algún problema en otros emprendimientos pero, tal como hacen los gatos, logramos salvarnos y continuar. Así surgió el nombre de la marca y nuestro logo», nos comenta.

Van de lo clásico a la exploración exhaustiva como si fueran malabaristas. Asumieron el reto de lograr cervezas innovadoras, caracterizadas por sus aromas, texturas y sabores. No en vano han sido catalogados como la Cerveza Peruana de Mayor Calidad (2020 y 2021) y la Cerveza #1 en el Top of Mind Awareness (2021), además de poseer un bagaje de 42 medallas a lo largo de toda su trayectoria.

En nuestro país, el 99,5% de la población consume cervezas Lager. Para Marco, la idea de competir con ello resultaba ilógica, por lo que decidió incursionar en el universo Ale. «Increíblemente, las primeras cuatro que lanzamos: ‘American Pale Ale’, ‘American Red’, ‘Quadrupel’ y ‘Cat Ipa’; son las más vendidas», asegura. Empezaron a concursar en el 2019 y esta última se convirtió en su cerveza bandera. Una Ipa netamente norteamericana, intensa, con lúpulos aromáticos, que lleva consigo 70 de IBU y 7,5º de alcohol.

Han sumado un total de diez cervezas permanentes. Un viaje cargado de experiencias diversas que abarcan estilos tradicionales europeos o americanos de vanguardia. También están las elaboradas a base de ingredientes peruanos, que se unen con insumos cerveceros tradicionales en una alquimia perfecta para lograr bebidas únicas en el mundo. Entre mis favoritas se encuentran «Quinua Wheat», «Maíz Morado Cream Ale» (Mistura 2017) y «Oxapampa Honey Ale».

Han elaborado más de 30 ejemplares adicionales, entre ediciones limitadas y de estación. Aprovechan el frío del invierno para que aparezca la «Sasquatch Triple Ipa» (11,4% de alcohol y 110 de IBU). Según la cosecha de frutas frescas en diversas temporadas, elaboran la línea «Milkshake Ipas», las cuales contienen lactosa y se presentan en sabores como piña, maracuyá, guayaba o mango. Esta última es mi favorita, pues su alto nivel aromático y la explosión de sabor resulta exquisita en nariz y en boca. En el mes de diciembre llega, por su aniversario, «Russian Imperial Stout» (12,5%); de las más galardonadas.

Debido a su éxito, decidieron incursionar como bar. «Nuestra primera experiencia fue en 2019. Abrimos el Taproom en la Av. Grau de Barranco, pero tuvimos que cerrar por la pandemia. En la ciudad de Arequipa inauguramos uno el año pasado». Lo que inició como un hotel con restaurante, hoy es la casa de ‘7 Vidas’; donde la cerveza es la protagonista, pero también se abarca el rubro gastronómico y coctelero.

Tuvimos la oportunidad de visitarlos en su local arequipeño. Desde el ingreso se respira la cultura cervecera y los gatos están por doquier al igual que sus presentaciones embotelladas. Es amplio, con espacios en interiores y una terraza acogedora. Detrás del mostrador están todas sus presentaciones disponibles para que puedas escoger la que prefieras; y así lo hicimos. Probamos el último barril de «Breakfast», una cerveza stout de cuerpo medio, intensos aromas a café y un retrogusto limpio pese al 50 de IBU. Ideal para recordar un desayuno al estilo americano.

El chef Hernán Samanez nos trae unos «Dumplings al vapor» de estilo clásico oriental, acompañados por salsa de soja. También degustamos una hamburguesa de 150 gramos de carne y las «Alitas BBQ» que vienen con papas nativas. «Estas se sirven con una salsa propia de la casa, pues no la compramos en ningún lugar. Preferimos servirlas en compañía del queso azul, por si a los clientes les gusta sumergirlas», menciona.

No cabe duda de que7 Vidas’ ha dado varios pasos adelante. Un portafolio amplio de cervezas, el Taproom y el Proyecto Barricas; son prueba contundente de ello. Este último es el programa de añejamiento más importante de la nación. «Estamos creando cervezas de guarda únicas e irrepetibles, utilizando barricas de segundo uso provenientes de increíbles destilerías de bourbon y bodegas de vino de diversas partes del mundo», detalla emocionado.

Este emprendimiento se desmarca de lo tradicional. Con cada vez más ganas de explorar los límites, la firma busca participar en el movimiento de redefinición de las cervezas. Después de nuestra exhaustiva visita, puedo afirmar que fue, en pocas palabras, gratificante. Hemos pisado el paraíso terrenal.

Escribe: Valeria Burga (@valeria.burga26)

Fotografías: Andrea Milene (@andre.milene)