Otro año se va no sin antes dejar nuevas oportunidades para quienes cuentan con un alma vibrante. Conoce más de tres personajes que decidieron forjar su propio camino y romper esquemas en los rubros que les apasionan.
Manuela Camacho, Mario Cortijo y Francesca Ferreyros son ejemplos de perseverancia en medio de la incertidumbre. A través de su trabajo, cuentan historias que inspiran en sus respectivos sectores: comunicaciones, entretenimiento y gastronomía. A continuación, entérate más sobre sus trayectorias y los planes que han trazado para el 2022.
Opinión sin tapujos
La pluma marca la pauta de Manuela Camacho. Desde pequeña, encontró su pasión en la escritura de poemas e historias de ficción. Esto, mezclado con la influencia de sus padres periodistas, la hizo decidir por una carrera que abarque el mismo rubro. Lo que más le gusta de su trabajo es compartir historias que puedan ayudar a los demás, ya que una parte importante del periodismo es ayudar a quienes no son escuchados.

No permitió que el golpe de la pandemia y el desempleo en televisión la detengan. Se atrevió a emprender sus propios proyectos. Uno de estos fue «Dilo Fuerte», una plataforma informativa 100% digital diseñada para jóvenes, una alternativa distinta en lugar de los noticieros o diarios convencionales. Aunque por ahora solo está en Instagram, ya están gestando planes para crecer con una página web y una cuenta de Tik Tok.
Además de la calidad de su contenido, lo resaltante del proyecto es su intención de aportar a la igualdad. Reconoce que aún existe la creencia de que hay temas o comisiones no aptas para mujeres. «Desde Dilo Fuerte buscamos darle espacio y voz a más chicas para ayudar a equiparar un poco la balanza», agrega.
Manteniéndose en la línea disruptiva, se animó a usar sus redes sociales con un corte más informativo. Así creó un nuevo espacio: «El Chisme Político». En este segmento resume las noticias del momento de manera rápida y didác tica para la audiencia digital, demostrando que la política no es solo cosa de «hombres mayores con terno y barba». El atrevimiento le costó hacerse de algunos haters, pero es consciente de que agradarle a todo el mundo y abordar temas polémicos son dos cosas incompatibles.
Demuestra que todas son capaces de generar sus espacios. El camino no es fácil, pero informar de forma constante y auténtica es la clave para quienes buscan desempeñarse en el rubro. «Quiero ser un ejemplo para los que deseen abrirse un lugar en el periodismo o la política. Yo no puedo ver hacia atrás y encontrar muchos referentes femeninos, pero quizá me convierta en una para las futuras generaciones», concluye.
Arte que enseña
Mario Cortijo reconoce que no siempre se sintió atraído por los escenarios. Sin embargo, rescata que en su escuela fue cautivado por una versión circense particular. Años después, ingresó al proyecto de Teatro Convivio, ahora conocido como Esperanta. Ahí adquirió una nueva perspectiva: generar cambios sociales. Luego de participar en su primer curso profesional del Grupo de Teatro Ópalo en 2015, sintió que debía poner su don al servicio de los demás. «Me di cuenta que estaba vivo para actuar», afirma.

Este sentimiento quedó ligeramente en pausa con la pandemia. Sin embargo, no desperdició los meses de cuarentena. Aprovechó ese tiempo para reconectar con su familia y cambiar el chip: preguntarse qué podía hacer para seguir explotando su vocación. Una parte de la respuesta la halló en sus redes sociales. Desde el año pasado, decidió utilizar su plataforma para dejar un mensaje constructivo que desafíe estereotipos machistas, el body-shaming o el bullying; temas que le hubiera gustado comprender cuando era más joven.
A la par, ha grabado una novela y actualmente está ensayando para la obra «Los Justos», que se presenta el 12 y 13 de diciembre. No obstante, lo que considera su mayor logro este 2021 es la oportunidad de conducir en Canal IPe. Esto le permite acercarse a los niños y adolescentes con un enfoque divertido. Ahora se encuentra en el programa «Nada nos para», un formato que demuestra que no es necesario destacar en los deportes convencionales como el fútbol o el vóley, sino que «hay un deporte para cada persona, uno que está hecho a tu medida».
Le interesa involucrarse en la formación de los jóvenes. Por eso, adelantó que en el 2022 iniciará un taller de teatro para adolescentes. «Creo que el teatro nos puede dar muchas herramientas para autoconocernos y, una vez que te conoces, te empoderas», destaca el actor. Además, irá a México para participar del taller de teatro de Fernando Piernas, el responsable del éxito de célebres artistas latinoamericanos. Espera absorber su perspectiva mística de las artes escénicas y así continuar poniendo su talento al servicio de las personas.
Determinación en los fogones
«Siempre supe que quería ser cocinera», asegura Francesca Ferreyros. Ella creció dentro de la cocina con su abuela y padre, ambos amantes de la gastronomía. Antes de tomar la decisión de iniciar en el rubro, trabajó para entender el verdadero significado de «emplear los cuchillos». Aunque descubrió que era una carrera agotadora y muy sacrificada, no desistió de su sueño.

En ese proceso entendió que el universo gastronómico es machista y los cambios están llegando pero de forma lenta. «Me tomó tiempo elegir ser cocinera profesional porque no veía muchos referentes femeninos», reconoce. Por ello, considera de suma importancia visibilizar su trabajo y el de otras para que así muchas más interesadas en el sector puedan ver que sus metas se pueden realizar.
Gracias a su dedicación, tuvo la oportunidad de viajar por el mundo, descubrir otras culturas, conocer personas nuevas y comprender la filosofía de los cocineros en el exterior. Estas experiencias nutrieron sus conocimientos, por lo que ahora ofrece propuestas innovadoras que mezclan lo mejor de aquí y allá. Con sus exquisitos platos, ha recibido más de un agradecimiento. Francesca considera que las expresiones de felicidad de quienes degustan sus comidas son una de las cosas más lindas del trabajo que desempeña.
Para seguir cautivando paladares decidió abrir BAAN, una idea de negocio que surgió de manera inesperada. Mientras cocinaba para ella y el portero de su edificio durante el confinamiento, empezó a innovar en sus platillos, grabar la preparación y los resultados. Al ver cómo fue recibido este contenido en redes sociales, se dio cuenta de que había un nicho interesado en la comida del sudeste asiático. Poco a poco, cocinar en casa se convirtió en parte fundamental de la planificación de la carta de BAAN, la cual también integra algunos insumos de la selva peruana.
El proyecto inició en el 2020 solo para delivery, pero, gracias a su éxito, ahora es un restaurante ubicado en el corazón de San Isidro, el cual hace poco celebró su primer aniversario. Según Ferreyros, la clave detrás de su emprendimiento es trabajo, dedicación y sacrificio. Una parte fundamental es el equipo que la acompaña, al que describe como su principal motivación para seguir creciendo y abrir nuevas oportunidades.
No cabe duda de que estas figuras tienen mucho por hacer y descubrir. Los tres están de acuerdo que la constancia es la clave principal para alcanzar los objetivos. Sin embargo, también apuntan a que una dosis de atrevimiento puede ser crucial para escapar de nuestra zona de confort y superar las expectativas.
Escribe: Lucía Mayandía (@lucia.mayandia01)