Desde su recorrido por el colegio, tanto en primaria como secundaria, el dibujo primó en su vida sin lugar a dudas. Sus padres sabían que aquello era más que un pasatiempo para él, por ello se convirtieron en un fiel apoyo a lo largo de su camino artístico. Sergio Gonzales Mucho comenta que sus inicios en el mundo del arte están influenciados por el cambio de imagen proyectada en la televisión: el paso de los clásicos Thundercats a los extravagantes Beavis and Butt – Head; así como por la entrada del grafiti al Perú e imágenes de revistas sobre la industria del skate, las cuales recuerda que guardaba para hacer recortes.

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El uso del spray era parte de un conjunto de técnicas desconocidas en un principio, pero que fue adquiriendo en la práctica posteriormente. El artista peruano no empezó como grafitero y confiesa que su incorporación fue debido a un aprendizaje empírico. Así, recuerda el inicio de su aventura entre lienzos con gran añoranza, y evoca cuadros con mucha información, los cuales determinarían el concepto de “Mucho”. Jaime Higa, mostró interés por esos primeros lienzos, que se convirtieron en parte de la colección “Amarillo”, presentados en la exhibición de Bruno Gallery. A partir de este hecho, su carrera despegó, y llegaron oportunidades de trabajo con reconocidas marcas.

Durante su experiencia en el proceso de creación muralista, realizada junto a Faber-Castell para el Monumental Callao, decidió simbolizar a un pez para conceptualizar cómo los animales marinos se ven afectados por la presencia de desperdicios en las playas. Conversar sobre los proyectos que ha realizado a lo largo de su trayectoria, despiertan en Sergio recuerdos de cómo trabaja cada muestra con empeño y manteniéndose fiel a sí mismo. La sonrisa que deja escapar evidencia la convicción de sus palabras.

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El pintar sobre contenedores fue uno de sus proyectos más importantes debido a que se presentó como un nuevo reto. Plasmar ideas sobre esas superficies no planas requirió una destreza que le permitió realizar movimientos hábiles con la muñeca en repetidas ocasiones. Cada una de las dificultades que encontró fueron necesarias para valorar aún más el arte urbano expresado en las exposiciones de containers en YOY.

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Actualmente, Sergio sigue creando junto a la marca de licor Jagermeister; así como también de forma personal a través de los Art Toys y la customización de muñecos vintage. Durante la coyuntura actual, ha plasmado la libertad de su arte urbano entre las paredes de su taller. Sin embargo, no oculta sus ansías de volver a los murales, y lamenta que por la situación actual se encuentre impedido de hacerlo.

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Sus deseos de seguir explorando el universo del grafiti se traducen en suspiros que dejan traslucir su fascinación por el arte urbano. Es por ello que cada día busca mejorar su técnica. Asimismo, expresa que respeta y admira la creación de trabajos de talentosos artistas, los cuales lo motivan a seguir nutriéndose de este mundo urbano que se encuentra a la espera de poder volver a esas añoradas calles que lo cobijan.

Escribe: Thaís Gutiérrez