Luego de hipotecar su casa para su primera cinta, los esposos Yiddá Eslava y Julián Zucchi acaban de estrenar la secuela. Luego de un día lleno de ajetreos, relatan a Revista Cocktail todas sus expectativas en esta etapa.

Desde este jueves 3 de febrero podrás encontrar en todos los cines a nivel nacional, “Sí mi amor, ¿nos casamos?”. El segundo largometraje que traen a la pantalla grande junto a un  reparto: Andrés Salas (Max), Patricia Portocarrero (Mamá de Max), Pietro Sibille (Alejandro), entre otros personajes más. La comedia fue dirigida por Pedro Flores Maldonado quien tuvo la tarea de condensar las ideas de ambos y crear esta película, la cual muestra a Julián decidido por dar el siguiente paso y pedirle matrimonio a su amada; pero, como toda buena trama, todo se complica y nada sale como lo había planeado.

Para ellos, fue un reto grabarlo durante el segundo año de la pandemia. En palabras de Yiddá: «A diferencia de la primera película, en la cual hipotecamos nuestra casa, Julian y yo apenas cobramos el dinero pagamos eso. Tenemos que tener un techo para nosotros y nuestros hijos». Una experiencia que ellos volverían a repetir porque la pareja tiene amplia confianza en las decisiones que toman en favor de sus sueños. «Yo siempre pongo el ejemplo de una pequeña tienda, o de un comerciante quien ve frutos de su negocio y le genera ganancias, entonces se compra más y de mejor calidad. Eso es lo que hicimos con esta segunda película», relata.

Una película que dista en algunas partes de la realidad familiar que viven día a día. Pues,  su vida como esposos es muy relajada, divertida y llena de sinceridad. Sus seguidores apoyan esta relación que nació desde la pantalla chica en lo que sería el programa reality competitivo de la televisión peruana: Combate. En los sets de ATV, se conocieron y se enamoraron con cada ocurrencia que pasaba en las grabaciones. Ambos decidieron guardar medio en secreto su romance y luego de un tiempo fuera de cámaras revelaron finalmente que estaban en una relación amorosa. 

Ahora, luego de casi 10 años de haber dejado la televisión, deciden regresar con un formato ya conocido por muchos espectadores peruanos: Yo Soy. En esta oportunidad, en un formato para la nueva temporada “Nueva Generación”, donde Julián y Yiddá aceptaron la invitación para ser parte del jurado calificador. Gala tras gala tendrán que evaluar a una serie de imitadores de una edad corta pero fantástica llena de sueños. Donde podrás verlos todo los días a las 8:30 p. m. en Latina Televisión

Para el talento no hay edad y eso ambos lo saben, pues no solo apoyan las metas de estos niños artistas sino también la de sus hijos. A pesar de los comentarios, la dupla se encuentra más unida que nunca y apuesta por su matrimonio. Por eso, no tardaron en revelar que están asistiendo a una terapia de pareja para seguir manteniendo estable su relación. Ellos saben que no todo es color de rosa y que a veces las relaciones necesitan ser aconsejadas por un experto para que sigan marchando de la mejor manera. Eso sin duda permite que el público sepa que no son perfectos y que como cualquier etapa de la vida hay crisis y uno debe saber aceptarlas y confrontarlas.

Semanas cansadas han pasado para llegar a la posición que tienen ahora. Vivencias como el diagnóstico de autismo que presentó Yiddá y su hijo. Por lo cual, fue duramente criticada en redes sociales, pero ella sabe y ha podido investigar que hay diversos grados de autismo que todas las personas no están informadas sobre ello y ella quiere ayudarlas. Por eso con ayuda de colaboradores está brindando asesorías a padres de escasos recursos para apoyar a niños que presentan este diagnóstico y no puedan pagarlos. Ambos padres se ponen la mano en el pecho y apoyan una buena causa. Porque no tienen un matrimonio perfecto pero saben que con el toque de energía y buenas acciones pueden hacer un pequeño cambio. 

Escribe: Alessandra Carrión (@alessandra_periodista)