En el Perú, la música es tan diversa como versátil. Un género es capaz de confluir con otro y casi no existen límites que difuminen las intenciones los de artistas. Además, la digitalización de las producciones ha permitido que la industria musical se encuentre en una retroalimentación constante. En ese contexto, Amy Gutierrez parece haber encontrado la fórmula idónea para enaltecer la esencia de la salsa, ya que sus canciones evidencian componentes rítmicos bastante elaborados y versátiles en todo el sentido de la palabra.

Amy tiene 21 años y convertirse en una artista de carácter nacional e internacional le ha permitido desarrollar facetas de su vida de una forma bastante particular. Se trata de una promesa de la salsa cuya tierna y avergonzada timidez continúa siendo parte de su cotidianidad. “Desde mi infancia siempre estuve inclinada hacia la música. Mi padre es un cantante aficionado y eso influyó en la decisión de incursionar en la música. Cuando tenía seis años hice mi primera comunión y canté un salmo frente a todos. Sentí que era lo mío.”

A los siete años, Amy ya había decidido ser cantante y sus padres no dudaron en brindarle su más sincero apoyo desde aquel momento. Cuenta que no existieron dudas sobre su iniciación en la música y su sonrisa parece confirmar dichas palabras. ¿Qué es la familia sino un soporte incondicional y bienintencionado?, sostiene: “mis padres están emocionados por mí y siempre tienen las primicias de todo. Son conscientes de nuestro esfuerzo y están orgullosos de la persona que criaron con tanto esfuerzo, sacrificio y dedicación. Me alegra que sea así.”

Asegura que su paso por “Son tentación” le sirvió mucho en su formación artística y que aprendió demasiadas cosas de cada una de las integrantes. Las experiencias, malas o buenas, siempre enseñan algo y Amy parece haber entendido dicha premisa. En cierto punto, menciona que, en caso de haberse visto en la obligación de elegir otro género musical como base de su desempeño profesional, habría sido el pop. Curiosamente, coincidimos en que su versatilidad y mecanismos musicales mantienen esa puerta abierta y con la posibilidad dada.

La realidad más íntima de los artistas suele ser ignorada. En ese sentido, para acomodar su perfil de artista, Amy necesitaba tomar decisiones fundamentales que coincidiesen con sus más recónditos deseos de infancia. Por esa razón, decidió apartarse de “You Salsa” con el fin de iniciar su tan ansiada carrera como solista, cuenta: “pensé que era tiempo de cumplir mi sueño de ser solista. Soy joven, pero sentí que era en ese momento o no era nunca. Al final, comprendo que cuando uno hace lo que verdaderamente ama, lo demás viene por añadidura”.

Su más reciente producción “Alguien” es una reconversión de un antiguo tema que realizó en el año 2014. Su composición se basa en una postura que induce al oyente a armarse de valor y no colocar barreras que estanquen o limiten sus sentimientos afectuosos, siempre teniendo en cuenta la responsabilidad moral que esto implique, por supuesto. “Es una canción romántica, de esas que dedicas cuando faltan las palabras”, puntualiza. De igual manera, añade que la producción del videoclip estuvo sistemáticamente elaborada para que los espectadores se sientan parte de este.

A raíz de dicho videoclip, que por cierto es bastante recomendado, Amy confiesa que su relación con la actuación es cada vez más seductora y no descarta redireccionar su enfoque a dicho rubro. Por el contrario, afirma que se encuentra incursionando en el mundo de la actuación. “Amo actuar y por más que cuento con preparación en dicho sector, nunca lo ejercí. Ahora tengo la oportunidad y la estoy aprovechando. Se trata de una novela sobre las princesas de Disney”. De esta forma, Amy asume un nuevo reto en su vida profesional y reafirma su entusiasmo por las cosas que se vienen en todos los ámbitos de su vida.

Escribe: Renatto Luyo