Ana Lucía Rodríguez se sumergió en el periodismo deportivo y ahora, desde su espacio en Gol Perú, se ha convertido en una referente de amplia proyección.

Desde pequeña le apasionaron los deportes: fútbol, tenis, atletismo y básquet. Sin embargo, el balompié siempre fue su predilecto, pues se deslumbraba con las competiciones nacionales e internacionales que la mantenían pendiente, aunque nunca quiso ir tras el balón de manera profesional. «En aquel momento era extraño ver a una mujer jugar fútbol o hablar de ello», señala.

En un panorama donde nadie se inclinaba por el periodismo deportivo, su madre la animó a matricularse en ISIL, el único centro en el que se impartía esta carrera. «En mi último año empecé a redactar en la web del diario Depor. Luego di el salto a Gol Perú, donde me encuentro ahora». Nunca tuvo problemas de prejuicios en la esfera laboral. «En aquel tiempo había pocas mujeres, pero hoy nos hemos ganado un espacio en este ambiente y el respeto de los espectadores», sostiene.

El avance es notable y ha marcado un punto de inflexión para romper estereotipos. «Se está yendo por el camino correcto. Mucho tiene que ver el trabajo que realizamos, la manera en la que se destaca», agrega. Cuando le consultamos por sus referentes en el universo deportivo, recuerda nostálgica a Gerardo Flores, quien fue de gran ayuda para ella, por sus consejos y relevancia en este rubro.

Disfruta su estancia en el césped, pues considera que es un privilegio estar cerca del fútbol, más ahora que no todos tienen la oportunidad de ver el deporte de sus amores. «Para mí fue un reto narrar los partidos de la Liga 1, pues yo entré como reportera. De a pocos me gané las oportunidades que estoy aprovechando hasta ahora. Sigo aprendiendo»

La pandemia le causó temor de volver a los estadios, ya que desconocía cómo iba a ser el primer contacto con las personas. «Fue complicado. Me demoré en retornar, ya que tuve covid. De hecho, el canal nos manda a hacer pruebas. Por ese lado me siento protegida y segura, cumpliendo todos los protocolos», comenta.

Cada partido le ha enseñado a ver más allá, hasta el punto de conocer el sentir de los jugadores y los técnicos. Esto le permite expresarse ante el público. La periodista menciona lo siguiente al respecto: «Antes de que termine el partido me preguntan a quién voy a elegir para entrevistar. En ese momento debo pensar en la figura, tener varias opciones para formular las preguntas. Trato de indagar lo que la gente quiere saber».

Como en todo, siempre hay complicaciones. Para ella ocurre cuando algún jugador opta por no declarar. Es consciente de que son gajes del oficio, y debe ver la forma de resolver el problema lo antes posible, porque el público se encuentra a la espera.

En materia de este deporte, ser hincha de algún equipo no se puede evitar. «No culpo a la gente por pensar que los periodistas nos inclinamos por un cuadro en específico. Cada uno es libre de dar sus opiniones y no tienen por qué interferir sus preferencias», resalta.

Para Ana Lucía, mientras los comentarios sean imparciales, no hay problema. Es verdad que las críticas siempre llueven, pero prefiere hacer caso omiso y disfrutar del deporte que le apasiona. «Para ser un buen periodista hay que ser buena persona. No es necesario imponer para encontrar la nota o declaración que buscas», finaliza.

Escribe: Valeria Burga @valeburga_26