Desde un pequeño pueblo lambayecano, Aracely Quispe se abrió espacio en la ciencia. Tras años de estudio, logró ingresar a la NASA y convertirse en una de las pocas representantes nacionales en el mundo de los cohetes y satélites.
Nacida en Marripón, no tenía acceso a electricidad ni modernos dispositivos digitales que despierten su interés en la tecnología. Pero, la inspiración no tardó en llegar. A los seis años, Aracely observó una retransmisión del paso de Neil Armstrong por la luna en 1969. A partir de allí, quedó completamente cautivada e hizo de todo para seguir los mismos pasos.
La primera etapa consistió en nunca descuidar sus estudios. En su travesía por diversas escuelas públicas de ciudades norteñas siempre destacó por su desempeño. Y cuando aún estaba en secundaria, no dudó en aprovechar una oportunidad de beca para aprender algo nuevo: karate. Gracias a su disciplina, en poco tiempo alcanzó el cinturón negro y la posibilidad de participar en campeonatos alrededor del mundo. Fue este primer vistazo al exterior el que instauró la idea de continuar sus estudios en tierras foráneas.
Tras recibirse como ingeniera de sistemas, postuló a una residencia por habilidad extraordinaria en los Estados Unidos. La mezcla de su talento deportivo y académico le permitió obtener el visto bueno y comenzar a estudiar inglés durante un año. Después se inscribió en la carrera de Ingeniería Tecnológica Espacial en el colegio comunitario Prince George, que le sirvió de peldaño para trasladarse a Capitol Technology University (CapTechU). Allí inició su especialidad en Astronáutica y consiguió su primera pasantía en la soñada NASA.
Luego de ese periodo, y una maestría, ingresó como ingeniera de vuelos y operaciones de la misión del Orbitador de Reconocimiento Lunar. Tres años más tarde se posicionó como líder del equipo y no paró de ascender. Ahora es la única peruana que forma parte de los responsables del telescopio James Webb, lanzado el pasado 25 de diciembre. Como ingeniera de sistemas de vuelos, contribuirá a que este aparato cumpla la maratónica tarea de estudiar las galaxias desde su formación, lo que se considera un hito en la historia astronómica.
Con esto no solo se convierte en un orgullo peruano, sino latinoamericano. Esta última tarea la ubica como la primera mujer de la región en comandar tres exitosas misiones de la agencia espacial norteamericana. Con este logro bajo el brazo sigue comprometida con inspirar a más mujeres a perseguir un futuro en la ciencia y tecnología a través de su proyecto ‘AQN’. Este busca brindar las herramientas necesarias para formar jóvenes líderes en estos campos derribando estereotipos socioeconómicos y de género que aún existen en la sociedad nacional.
En el futuro cercano planea iniciar una nueva faceta como conferencista y escritora de su autobiografía. Conoce más de su historia revisando su página web (aracelyquispeneira.com) y síguela en sus redes sociales para estar al tanto de sus siguientes logros.
Escribe: Lucía Mayandía (@lucia.mayandia01)