La bartender Andrea Salomón y su pareja fueron agredidas brutalmente por empresarios del restaurante Broaster House ubicado en Pueblo Libre. Todo esto habría ocurrido por estacionarse en la vía pública.
El día sábado 27 de mayo, la bartender Andrea Salomón se disponía a subir a su vehículo para realizar sus labores entre las 4:00 y 4:30 pm. El auto estaba situado en un espacio permitido, donde todos los vecinos se estacionan (Av Bolívar 290, Pueblo Libre). Andrea nos cuenta que, hace un mes y medio aproximadamente, llegaron unos nuevos inquilinos a establecer un local comercial llamado Broaster House. Este es su testimonio sobre el caso de agresión que atravesó:
«Algunos vecinos me habían comentado que estas personas les habían ocasionado problemas por cuadrarse ahí. Ese día se acercó hasta mi auto una mujer de manera agresiva y altanera a decirme que baje la luna y que me retire porque estaba obstruyendo la vista del local comercial. Yo le dije que hable tranquila porque es la vía pública. Subí la luna y ella comenzó a golpear el vidrio. No me di cuenta de que no le puse seguro a la puerta, por lo que la abrió e invadió mi espacio personal. Posteriormente, trajo a su hermana a decirle que yo la había insultado y ambas me llenaron de calificativos denigrantes como ‘se nota que eres lesbiana’.
Cuando empecé a grabarlas, hablaron pacíficamente y negaron todo lo que estaban diciendo. Me sacaron del vehículo y me agarraron de los pelos arrastrándome. Obviamente traté de defenderme y a una le jalé el cabello. Vino el esposo de una de ellas y me pisó la frente, golpeando mi nuca contra el piso. Justo en ese momento pasaba mi pareja, pero el hombre la inmovilizó. Rompieron mi pantalón, así como la truza. Fue bastante humillante. Me escupieron, mordieron mi cara y el brazo mientras lanzaban adjetivos denigrantes. También le pegaron a mi pareja y, por defenderla, el hombre me lanzó a la acera.
Salieron todos los vecinos a decir que yo no había ocasionado ningún problema. Vino una policía nefasta a decir que estaba provocando a los inquilinos, cuando nada justifica la agresión. Además, estaba estacionada en un lugar público. Fui trasladada de emergencia a la clínica, donde me han diagnosticado policontusión, heridas múltiples en cara y miembro superior izquierdo por mordeduras humanas, hematomas y traumatismo cráneo encéfalo en evolución. Después llegó la fiscalización porque mis vecinos llamaron. Pidieron documentos a las personas a cargo del local y no tenían licencia, por lo que está clausurado. He hecho la denuncia correspondiente para pedir garantías. No suelo ser agresiva, sin embargo, reacciono ante la violencia como cualquier persona.»
Desde Revista Cocktail, rechazamos totalmente cualquier tipo de agresión por sexo, género, religión, raza u orientación sexual. Nuestra solidaridad con Andrea.
Escribe: Valeria Burga (@valeria_burga26)