Julio Luna pone los pelos de colores a quien se cruce por su camino. Es colorista, MakeUp Artist y demuestra que la pasión por el estilismo va más allá de solo embellecer a las personas y conservar grandes historias.

Supo que su elemento estaba dentro del mundo creativo desde que descubrió que el olor a laca lo hacía sentir como en casa. Probablemente, el hecho de tener una hermana menor que cumpla el rol de modelo, ayudó a que plasme el don de sus manos en peinados versátiles. «Éramos dos hombres y una mujer. Siempre iba a la peluquería con ella y le hacían el clásico corte. Luego, yo la peinaba», nos cuenta entusiasmado. 

Los caminos de la vida no lo llevaron muy lejos del rubro artístico, pues los primeros pasos los dio cuando aún era estudiante de Diseño Gráfico. Marco Antonio, conocido en vida como el estilista de la farándula peruana, le abrió las puertas de su salón de belleza para laborar en el área de revista, ubicado en el segundo piso de su local. Desde entonces, no hubo momento en el que no se asomara para que sus ojos queden cautivados por el oficio de los cosméticos.

Después de encantarse por el arte de la estética en un espacio donde confluye la coquetería de misses de belleza y artistas del medio, su elección fue estar más cerca de ese camino. «Empecé como anfitrión repartiendo cafés a la gente. Posteriormente, fui uno de los muchos asistentes que tuvo Marco Antonio y que lo acompañaba a sus locales», relata el especialista en color. Así, tras pagar el derecho de piso y con la experiencia captada, había llegado la hora de abrirse paso como estilista de tijeras.

En alguna etapa de su vida, fue necesario que viaje y recorra salones de belleza por el mundo, a fin de entender que la peluquería no siempre tiene que ser igual, sino que cada uno le pone una pizca de estilo. Tener capacitaciones sobre la ciencia de los colores que le dan vida al cabello en Brasil, Estados Unidos, Europa y Chile; hizo que viera conceptos diferentes que lo ayuden a liberarse de los looks clásicos. Fue ese el empujón que le faltaba para arriesgarse a emprender cuando retornó a tierras incas.

Hoy en día, tras altos y bajos, Julio Luna es Director de «Blush Hair & Make-Up», salón de belleza que reside en la Av. Comandante Espinar 123, en Miraflores. Está ambientado con espejos inspirados en los backstage de teatros de los años 30, adornados con muebles antiguos, reflectores y cortinas que parecen telones. Este es un espacio que mantiene la idea de que lo diferente es lo que puede ser especial. «Al inicio no sabíamos si la gente iba a sentirse atraída por esa temática o nos iban a mirar como bichos raros», cuestiona.

«Blush», tal cual lo abrevia el maquillista, es un universo aparte que hace sentir al cliente como si estuviera recorriendo la Gran Manzana. Se trata de una comunidad que convive con cantantes, famosos o personas de perfil bajo. «Uno va a sentir que es libre de pedir lo que desee. El cliente es la estrella», expresa. El hecho de incluir una cafetería/bar para aligerar la espera y, en ocasiones especiales, la oportunidad de hacer karaoke en el entretiempo; permiten que más de uno quiera regresar nuevamente.

Julio quiere demostrar que el valor de su trabajo tiene más significado que solo ganar dinero. En su cuenta de TikTok, con poco más de un cuarto de millón de seguidores, mezcla los consejos del cuidado de cabello y la comedia. De esa manera, exhibe el antes y el después de quienes pasan por su peluquería. La forma tan peculiar de mostrar el contenido, incita a otros a que otros se animen a crearlo.

Por medio de su profesión, busca transmitir la idea de que muchas veces no es necesario hacer un cambio de look radical para sentir una variación internamente. «Con algunos toques ligeros, la persona puede transformar su actitud», detalla. Después de atravesar una cuarentena y sentir la vibra apagada, considera que la gente ha empezado a vivir intensamente. Eso lo aplican en los looks, hecho que despierta el positivismo y pone a flote la creatividad.

Ahora que Luna se encuentra preparando el aniversario N°6 de «Blush Hair & Make-Up» entre bombos y platillos, hace énfasis en las fijas para los días grises. «Volverá la técnica del Balayage más difuminada que nunca. También estará de moda el look dirty red y  blue. Son tendencias que encajan en la temporada de invierno porque corresponde a la piel más pálida», concluye.

Escribe: Luisa Flores (@floresluisafernanda)