El bullying es un mal silencioso, que muchas veces permanece oculto en los centros de estudio, provocando inseguridades, baja autoestima, comportamientos violentos y hasta suicidios en las personas que son o han sido víctimas de él.
El bullying o acoso escolar consiste en una conducta negativa e intencional hacia otra persona con el fin de dañarla. Puede darse de distintas maneras y distintos medios, existe el bullying cibernético, físico, sexual y verbal. Cada uno de ellos puede llegar a afectar de manera permanente a su víctima. Con el retorno a clases presenciales, este mal se intensifica y tiene efectos negativos en el bienestar emocional, en la salud física y en el rendimiento académico de los niños.
El colegio es un lugar de formación, no solo de manera académica, sino también conductual y emocional. Aquí es donde entablamos nuestros primeros lazos amicales, aprendemos a elaborar nuestras ideas y compartir con personas externas a nuestra familia. Esta etapa es tan importante en la formación de un menor, que verla opacada por diversos motivos, sobre todo por ser víctima de bullying, puede llegar a afectar gravemente a un niño. Por ello, los padres de familia deben estar siempre atentos a todas las alertas que emiten sus hijos cuando necesitan ayuda, no solo cuando un niño es víctima, sino también, cuando es el agresor.
Uno de los últimos casos sobre bullying que tuvo mayor impacto a nivel mundial, fue el del pequeño Drayke Hardman en Estados Unidos. De acuerdo con BBC News, Drayke tenía 12 años y vivía en Utah con sus padres y hermanas. El menor, al ser víctima de bullying en la escuela donde estudiaba, intentó quitarse la vida en su hogar, una de sus hermanas lo encontró y lo llevaron de inmediato al hospital. Sin embargo, todos los esfuerzos de los médicos y los padres no fueron suficientes para salvar la vida del pequeño.
Casos como los de Drayke ocurren en distintos lugares del mundo y los padres deben estar atentos para saber cómo actuar en este tipo de situación. Los especialistas recomiendan escuchar a los menores mientras están hablando, prestarles toda la atención posible, podría ayudarlos a prevenir o atender un caso de acoso. A la vez, mostrar empatía y evitar culparlo por no actuar o no haberlo contado antes, ya que podría quebrar el lazo de confianza que tu hijo está depositando en ti al contarte algo grave e íntimo que le está sucediendo, hará sentir al menor mucho más seguro de compartir esta experiencia negativa contigo.
Cabe resaltar que el Ministerio de Educación tiene una línea gratuita llamada SíseVe, la cual funciona a nivel nacional y es una vía alterna para reportar casos de violencia escolar. Si deseas acceder a esta línea, puedes comunicarte al número 0800-76888 o entrar a su página web: www.siseve.pe, ahí podrás encontrar el soporte necesario para enfrentar y prevenir esta gran problemática.
La prevención y el accionar inmediato ante los casos de bullying, quedan en manos de los padres, maestros y especialistas que acompañan a los menores. No dejemos que la etapa escolar sea una experiencia negativa para los pequeños de la casa.
Escribe: Andrea Rodríguez (@andreayaez)