En estos tiempos digitales, tuvimos una cata a distancia con Santiago Mayorga, enólogo de Cadus Wine, bodega que crece bajos los brazos de Nieto Senetiner y que hoy, luego de algunos años de andar sin andador, ha sabido ganarse un lugar en el mercado peruano por la singularidad de los vinos del joven enólogo. Probamos tres vinos, de los últimos impulsos de Mayorga. Iniciamos la cata con un Cadus Vista Flores Appellation Chardonnay 2018 (Tim Atkin 2020 Report, 93 pts.), que abrió la mañana soleada con una sonrisa. “Hay dos estilos de chardonnay en Argentina, uno influenciado por Napa y otro por Borgoña”. Este definitivamente está en la categoría del más elegante, con cítricos y peras, un toque de madera tostada, mucha acidez picante y algo de reducción pedregosa. Fresco y concentrado con un impresionante final”, comentó Santiago. Y razón no le falta, pues el estilo está muy bien marcado.

Luego pasamos a al joya, para mí, de la última camada de vino de Cadus (aunque me falta probar el Cadus Signature Series Pinot Noir, pero ya llegará su tiempo). Fue el Cadus Signature Series Criolla Chica 2018 (Tim Atkin 2020 Report, 93 pts.). “Proviene de un viñedo de pérgola plantado en 1970, que produce bayas muy pequeñas de sabor intenso. El resultado es fino y elegante, con una maravillosa frescura y estructura, y sabores a cereza y frambuesa”, continúa Santiago desde la bodega en Mendoza. Puedo complementar que en vista tiene un color rojizo claro tipo cereza. En nariz es fresco, frutado con algunas notas especiadas como hierbas y algo mineral que recuerda su añejamiento en concreto. En boca es liviano, jugoso, fresco de mucha amabilidad. Realmente un buen vino. Pero pienso que es más para conocedor, ya que su alma va por el camino del pinot noir, obvio, marcando las diferencias, pero es un tinto delicado, muy peculiar, pero si lo entiendes lo amas.

Y terminamos la mañana (¡qué linda mañana por Dios!), con un Cadus Tupungato Appellation Malbec 2018 (Tim Atkin 2020 Report, 94 pts.). “Mostrando los altos niveles de alcohol que son una característica de algunos de los tintos del 2018, este malbec, con cuerpo, proviene de dos regiones de Gualtallary, ambas por encima de los 1.250 metros. Los aromas a laurel y anís, lo conducen a un paladar rico, denso y con textura, con una buena combinación de componentes de un tercio de roble y dos tercios de acero inoxidable, taninos finos y acidez natural balanceada”, nos cuenta Mayorga. Otro nivel de vinos, mucho más estructurado, no te cansa para nada (ya me tomé toda la botella mientras escribo este artículo). Para terminar, tan solo mencionar que el enólogo también se encuentra a cargo de la línea top de Nieto Senetiner desde el 2015. Me llama mucho la atención lo que pueda gestar en los próximos años, pero si ven un Cadus, de los nueve que hay, compren uno si o si.