Ante las limitadas opciones de tratamiento para esta enfermedad neurodegenerativa, los productos en base de cannabis han probado ser una buena opción.

Hoy, 11 de abril, se conmemora el Día Mundial del Parkinson con el objetivo de generar conciencia sobre las vivencias de aquellos que sufren esta enfermedad. La fecha fue establecida en honor al Dr. James Parkinson, el neurólogo que descubrió la patología. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo existen unos 7 millones de pacientes con Parkinson y se estima que, en el Perú, afecta a más de 30 mil personas y los casos aumentan cada año.

Esta enfermedad consiste en un deterioro progresivo del sistema nervioso central que repercute en la coordinación motriz, el tono muscular y la postura. Los signos y síntomas comienzan de forma gradual y pueden variar depende de la persona. Los más comunes son ligeros temblores, las lentitud de algunos movimientos, cambios en el habla y la escritura, alteración de la postura y el equilibrio, rigidez muscular y pérdida de los movimientos automáticos como parpadear y sonreír.

Hasta el momento, el mal de Parkinson no tiene cura, pero se puede tratar con medicamentos farmacológicos. Además, muchas personas han optado por otra alternativa: el cannabis medicinal para contrarrestar los síntomas y efectos emocionales.

«Las opciones de tratamiento médico también son limitadas y únicamente sirven para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes. En este caso la planta de cannabis, además de ayudar a la neuroprotección, beneficiaría a los pacientes en mejorar la ansiedad y la depresión, en el manejo del dolor, los trastornos del sueño, la pérdida de peso, los trastornos motores, entre otros”, aseguró la Dra. Mariana Prialé, médica cirujana de las Clínicas Zerenia.

Existen establecimientos especializados en la prescripción ética, responsable, legal y segura de cannabis medicinal. Uno de ellos es Zerenia, que ofrece esto y servicios para el manejo integral de los pacientes con Parkinson enfocados al manejo sintomático y mejora de la funcionalidad. De esta forma, la gama de opciones de tratamiento es más amplia y se encuentra disponible a decisión de cada persona que padezca esta patología.