Estuve participando del XX Encuentro de Productores y Concurso de Pisco Nazca 2022. Desde el 2011 cato en el evento organizado por el Sr. Alan Watkin. Además, se han cumplido veinte años. El nombre se dio por sugerencia del recordado Reynaldo Valencia (Ministerio de Agricultura Ica), quien fue un gran organizador de concursos y sugirió no usar el nombre Concurso de Pisco, sino Encuentro de Productores y Concurso de Pisco Nazca para evitar cualquier inconveniente con el CRDO-PISCO o la Conapisco. ¡Grande, Reynaldo! Ha sido un honor poder participar por más de 10 años en diferentes escenarios, siempre con el ánimo de realizar el mejor trabajo por nuestra bebida de bandera.

Esta vez, el XX Concurso de Pisco se realizó en el Hotel Majoro, aplicando todos los protocolos necesarios ante la covid-19. Fueron evaluadas 175 muestras de pisco de Ica, Moquegua, Tacna, Arequipa y Lima por jueces catadores de 4 regiones pisqueras. Todo se desarrolló correctamente: el salón de cata impecable, así como la organización que estuvo dirigida por el Ing. José Carlos Falconi, Director de Cata. Participé en la mesa No. 02 conjuntamente con los colegas Ismael Hernández y Jesús Sulca, evaluando piscos de Negra Criolla, Italia y Mosto Verde Aromático. No está de más indicar que cada año nos sorprende sobremanera la calidad de los piscos que participan. Queda claro que los productores se empeñan en ofrecer lo mejor de sus bodegas.

El hecho de sentarme frente a una copa de pisco para evaluarla y catarla siempre será un desafío a los sentidos y a mí mismo. Conforme avanza el trabajo del catador, se van percibiendo sensaciones olfativas y aromas que le recuerdan momentos vividos. Asimismo, por medio del paladar se confirma lo percibido en nariz, el equilibrio, la armonía entre nariz y boca. Uno se pregunta con la copa en frente: ¿qué será lo que el maestro destilador quería lograr con esa muestra? Tenemos que intuir.

Recuerden que, para el destilador, su pisco es una obra cumbre como si fuese un hijo. Pone todos sus conocimientos y la pasión para elaborarlo. Además, es muy probable que mientras destila se mantenga día y noche al pie del alambique porque, si ocurriese cualquier eventualidad, debe estar listo para resolver y no perderse ningún detalle. Cabe resaltar que el pisco se elabora a grado. Esto significa que hay que estar cerca del cañón para poder lograrlo. Es la excelencia, el mejor espirituoso, el número 100. Difícil, mas no imposible. El productor siempre buscará alcanzar una medalla de oro.

Nuestra responsabilidad está en evaluar las tres etapas de la cata: vista, nariz y boca. Solo se nos informa la variedad —si es puro y a qué uva pertenece— o el tipo de pisco. Nosotros, los jueces catadores, suponemos que todas las muestras presentadas en los concursos cuentan con la Denominación de Origen Pisco y han sido elaborados siguiendo rigurosamente el Reglamento de la Denominación de Origen Pisco vigente. Esto me trae a la memoria una frase de Juanita Martínez, la Dama del Pisco: «El principal insumo del Pisco es la honestidad». Desde el siglo XVI, los catadores o mojoneros que participamos en estos eventos evaluamos la calidad del pisco que nos presentan. Es una opinión subjetiva y hedonista. Siempre con responsabilidad. ¡Hasta la próxima!

Escribe: Livio Pastorino Wagner

Sommelier, Especialista y Catador de Pisco