En un contexto donde el periodismo nacional es sumamente criticado debido a su ineficiencia, parcialidad e incluso tergiversación de hechos, son pocas las excepciones que enaltecen la faceta más íntegra de dicha profesión. En ese sentido, José María “Chema” Salcedo es una eminencia del periodismo nacional, cuya escuela de antaño configura un modelo a seguir para las generaciones venideras de comunicadores o periodistas que pretendan seguir ese camino.

“Chema” Salcedo ha sido capaz de personificar el profesionalismo durante su larga trayectoria. Como es sabido, nació en Bilbao, España, en 1946 y llegó al Perú en 1951. Su prestigiosa experiencia profesional en prensa, radio y televisión le han permitido gozar de un respeto mediático difícil de observar en el periodismo peruano. De esta forma, el reconocimiento a su arduo trabajo se traduce en aquella calidez recibida en su trato diario con los ciudadanos.

De esta forma, conocer la visión de semejante eminencia periodística no es más que gratificante y enriquecedor. En ese sentido, resulta incluso descortés no requerir de su parte una apreciación con respecto a los últimos acontecimientos en el ámbito político del Perú. Cabe mencionar que la reciente difusión de audios que involucran al presidente Martín Vizcarra ha activado aquella crisis política que hoy parece ser lo último que necesita un país superado por la crisis sanitaria.

En ese contexto, José María Salcedo asegura que “no es una sorpresa lo ocurrido” y considera que Alarcón se había estado preparando para la difusión: “¿Por qué hoy? Los audios que lanza Alarcón inevitablemente me recuerdan a Montesinos. Alarcón no es un santo, pero los audios son los audios. A mi modesto entender, el meollo fue que Vizcarra no reconociera su relación con Swing, ya que pretender ocultar ese hecho se convirtió en una bola de nieve incontrolable. No sé en qué acabará, pero yo veo la autoridad del presidente bastante trastocada”, enfatiza.

De igual manera, afirma que el mensaje a la nación emitido por Martín Vizcarra fue extremadamente simple al evitar ahondar sobre los audios. Además, sostiene que haber sabido de su existencia y no haberlo comunicado no corresponde a una actitud idónea. “Lo que dijo es más de lo mismo. No me sorprende ni extraña que se exculpe, responsabilizando a la oposición. Fue un mensaje inconsistente que no contraataca”, comenta. Asimismo, añade que reducirse a una riña vulgar no le beneficia en lo absoluto, ya que evidencia una falencia moral importante.

En cuanto al accionar de la prensa amigable al gobierno, comenta: “Yo he estado viendo las reacciones de la prensa. Una de la líneas de defensa opta por desacreditar a Alarcón, sin embargo, el audio igual seguiría permaneciendo si hubiese sido otra persona. La mejor forma de defenderlo es utilizar la pandemia y recuperación económica”. Prosiguiendo en esa línea, recalca que la reactivación económica sí puede ser un argumento plausible, debido a que obedece a los intereses reales de una población afectada que se resigna a una “mentira más”.

Considera que predomina una fragilidad evidente en la política nacional. “Existe un desgaste económico preocupante”, asegura, mientras reivindica que recuperar la economía es una de las principales tareas pendientes que deben tratarse, debido a que se altera la inversión, acrecienta la informalidad y agrava la pobreza. En ese sentido, expresa que “hoy vemos una cantidad de indigentes mayor a la tradicional. Muchos pensaban que el Perú era de clase media. No obstante, se trata de un país inestable y donde el factor político posee una responsabilidad alarmante”.

Por otro lado, el destacado periodista admite que este gobierno, en su intento de enfrentar a la pandemia, ha priorizado la política por encima de la salud, implementando así, medidas escandalosamente politizadas que no han tomado en consideración las necesidades esenciales de la población. Prosiguiendo en esa línea, afirma que la campaña publicitaria empleada, además de ser tardía, es injusta por culpar a los ciudadanos de forma prejuiciosa e infundada en términos éticos. Así, José María Salcedo cataloga los acontecimientos políticos que actualmente desgastan aún más al país, en un panorama que parecía incapaz de empeorar sociopolíticamente.

Escribe: Renatto Luyo