Trabajando con insumos locales, el restaurante «Cielo Rosso» y su chef, Christian Jaime, muestran toda la versatilidad de los productos peruanos en una carta donde confluyen técnicas culinarias de todo el mundo. 

A todos los peruanos nos encanta saborear lo nuestro. Pero, ¿qué más se puede lograr con la riqueza de nuestra tierra? «Cielo Rosso» es un nuevo restaurante en San Isidro que está ganándose su lugar en el escenario limeño. No solo tienen un ambiente de lujo, pues en su carta encontraremos comida criolla con influencias internacionales de Francia, Italia, Tailandia e, incluso, India. Si no hemos terminado de sorprendernos con esto, cabe resaltar que el establecimiento propone un concepto de vanguardia, el cual incluye la cocina de autor de la mano de su chef, Christian Jaime Durand.

En esta ocasión, probamos algunos platos de la carta para conocer más de la propuesta. El primero de ellos fue un «Carpaccio de Cordero a las finas hierbas», una fiesta sensitiva con presentación increíble. La carne de cordero es cortada en finas láminas y trabajada al estilo del «tataki» japonés. Una técnica que consiste en sellar los bordes de la carne dejando el exterior marcado y un interior crudo, fresco y jugoso. Esta delicia va acompañada de gotas de alioli y pesto de perejil. Además, para añadir contraste, los elementos crujientes son una galleta de tapioca teñida con tinta de calamar y pan campesino. Si te gusta la comida fresca y ligera, esta podría ser una opción interesante a probar; ya que es un alimento liviano que logra saciar el hambre. 

Lo siguiente es un platillo familiar para los peruanos que al final tiene un twistde sabor por una fusión inesperada. Se trata del «Arroz con Pato al estilo Rosso», cuya preparación consta del guisado de pato en chicha de jora y cerveza negra. El tradicional arroz verde se saltea al wok con sillao blanco y negro para aportarle notas orientales que no tiene pierde. La frescura la aporta una sarsa criolla con palta. Estaba gratamente sorprendida. Una vez que lo pruebes, no querrás comer esta delicia criolla de otra forma. ¡Insuperable!

El último fondo será probablemente una tentación para los más carnívoros. Un suculento «Asado de Tira Braseado», que no solo tiene la carne más suave y tierna,  sino que viene acompañado con «gnocchis» como nunca los habían probado antes: fritos y crujientes. Para obtener este magnífico resultado, se debe cocer la carne hasta por 8 horas. ¿El resultado? Tan solo pinchándola con el tenedor se puede comer sin problemas. Es ultra suave, jugosa y —cómo no— sabrosa. Los «gnocchis» tampoco tienen pierde, además, el pesto que los acompaña está riquísimo. Una guarnición perfecta.

La propuesta de coctelería de «Cielo Rosso» no se queda atrás. Tienen, probablemente, la terraza más bonita de todo Lima, muy cómoda e increíblemente diseñada. En este ambiente podemos encontrar un horno artesanal para pizzas del restaurante y una barra con una variada propuesta de cócteles clásicos y de autor, creados por el bartender Freddy Vásquez. 

Uno de mis favoritos fue el «Velvet Bellini», una versión alternativa al Bellini tradicional, que se prepara normalmente con pulpa de duraznos y prosecco. Se le agrega pisco quebranta, prosecco, zumo de durazno y una crema de cedrón que va decorada con flores comestibles. Es una bebida fresca, de sabores frutales y, contrario a lo que se creería, la crema de cedrón es suave y dulce. Te invita a probarlo una y otra vez.

La segunda bebida es la favorita de todos, —la mía también, por supuesto—. La «Principessa» o, por su traducción al español, «La Princesa», es un delicioso cóctel preparado con ron 5 años, «shrubs» de fresa, jugo de limón y un toque de kion. Fresca y con notas cítricas, es toda una seductora que irá atrapándote sorbo a sorbo. Si te gustan las bebidas de sabor frutal, esta es para ti.

«Cielo Rosso» tiene potencial para ser el nuevo centro de reunión de la cocina fusión en la capital. Inauguraron a inicios de este año, pero cuentan con una propuesta sólida y apetecible. Si te gustan los nuevos sabores, te aseguro de que no dejarás de sorprenderte en cada visita que realices a este lugar (Av. Emilio Cavenecia 170, San Isidro 15073). A visitarlo. 

Escribe: Fiorella Gómez (@fgmontufar_)

Fotografía: Juan Pablo Oviedo