La ciudad de Paracas atraviesa su auge inmobiliario como resultado de la mistura perfecta entre la maravillosa costa desértica, la atrayente raigambre cultural y el buen apoyo económico.
Paracas, mejor conocido como “el lugar de las lluvias de arena”, se encuentra dentro de la extensa franja desértica de la costa peruana. Frente a las aguas del Océano Pacífico, sus feudos costeros han cobijado el desarrollo de culturas prehispánicas de renombre mundial que prevalecerán en los libros de historia durante toda la eternidad. La cultura, la gastronomía y los paisajes conforman los principales catalizadores turísticos que hoy convierten a Paracas en el segundo lugar más importante de la región costera de nuestra nación.
Uno de los principales atractivos es la Reserva Natural de Paracas, que cuenta con un ecosistema de enorme biodiversidad. Al ser un área protegida, se puede observar una extensa variedad de aves y mamíferos, así como múltiples especies marinas y formaciones vegetales. También se encuentra el Museo de Sitio Julio Cesar Tello, el cual exhibe piezas de culturas precolombinas regionales y se considera una parada obligatoria para los amantes de la historia.
Los balnearios y las playas son los lugares por excelencia, siendo los más destacados la Lagunilla, el Raspón y La Mina. En estos, es posible mezclar actividades de ocio y recreación con ciertos deportes acuáticos como el windsurf, el kitesurf y el kayak, entre otros.
El clima templado, con presencia del Sol durante todo el año, frente a un mar calmado son los elementos característicos de este paisaje. La oferta gastronómica marina del lugar y los postres típicos también tienen protagonismo. Por su parte, la fuerte presencia de bloques hoteleros y hospedajes han favorecido al desarrollo del turismo.
Frente a estas condiciones, se generó un interés creciente por parte de las inmobiliarias, que han encontrado un nicho para explotar en medio de una coyuntura que favorece la inversión. Luego del boom inmobiliario del 2009, los principales focos financieros apuntaron al desarrollo de proyectos al sur del país. Tal fue el caso del proyecto Nuevo Paracas Condominios Náuticos, impulsado por SUMA, que planteó un conjunto de condominios exclusivos en las playas de dicho lugar. El Mástil, Sotavento, Bitácoras y las Velas, son algunas de las residencias existentes que se conectan al mar mediante una serie de malecones donde cuentan con embarcaderos y glorietas. Asimismo, el proyecto contempló equipamiento deportivo, espacios sociales de encuentro y un resort.
A los proyectos de inversión privada se le sumó también la gestión gubernamental, que decidió invertir en la ampliación de la autopista Chincha-Pisco, por lo que la accesibilidad mejoró, reduciendo el tiempo de llegada al lugar. Igualmente, la habilitación del Aeropuerto Internacional de Pisco y el Puerto de Pisco incrementaron el valor del lugar, incentivando el desarrollo inmobiliario en la zona y planteando un proyecto que pretende convertirse en un nodo recreativo en Sudamérica.
Una de las propuestas más recientes es Vive Paracas, promovido por la inmobiliaria Las Brisas de Paracas, cuyo eje central es la ecología. La intervención se configura mediante una serie de alamedas y bulevares, con ciclovías y gimnasios al aire libre que buscan promover una vida más saludable. De la misma manera, existe una planta de tratamiento de agua potable, una de aguas residuales y el uso de gas natural para las viviendas. En relación con las propiedades, se pueden construir módulos de hasta 4 dormitorios, con estudio y piscina incluidos.
El masterplan general de Vive Paracas contempla un centro comercial, Strip mall, espacio para un centro polideportivo, médico y tecnológico, con resguardo durante todo el día. La idea es crear las condiciones para que el lugar sea lo más sustentable posible y con el menor impacto sobre el ecosistema.
Todos estos esfuerzos buscan convertir a este proyecto en una ciudad sostenible que defina un punto de inflexión en el diseño urbano, lo cual resultaría beneficioso y pertinente, considerando la carencia de planificación y sensibilidad que existe en nuestro país.
Escribe: Emmanuel Montero (@emmaaaanuel)