En diálogo con la Revista Cocktail, el peruano más conocido por sus habilidades espirituales, Frank Mendizábal, nos revela detalles de su autodescubrimiento como «médium», y la manera en la que llevó su vida a raíz de ello.
Como puerta al mundo de los espíritus, Frank Mendizábal se conecta con la otra realidad para transmitir ese mensaje que nunca llegó a los receptores. Hoy, a sus 35 años y lleno de convicción, afirma que sí existe la vida después de la muerte; aquella que nos envuelve de esperanza y, al mismo tiempo, de un miedo cargado de incógnitas.
El primer acercamiento con el más allá lo tuvo cuando tenía 7 años. En ese entonces, Frank no era consciente de la habilidad sobrenatural que posee, lo que le permitió llevar una infancia como la de cualquier niño. Con una sonrisa en el rostro, recuerda las reuniones que organizaba su familia cada vez que uno de ellos cumplía años o cuando se celebraba Navidad. Siempre quiso ser artista. Esto lo llevó a estudiar actuación en «Iguana Talleres», lugar donde desarrolló su vena artística. «Mis sueños de chiquito han ido mutando y evolucionando de acuerdo a las oportunidades o situaciones vividas», recalca.
La adolescencia tampoco fue complicada. Sin embargo, en esta etapa se le presentaron más sucesos extraños. En varias ocasiones, logró ver a compañeros y profesores que ya habían fallecido rondando por las aulas del colegio. Desencajado por lo que ocurría, se lo contó a sus padres, quienes lo tildaron de loco y de hablar incoherencias en más de una ocasión. Pese a ello, nunca escondió ese inusual don que le dio la vida.
Su ignorancia sobre lo que vivía era tanta que, hace seis años aproximadamente, descubrió la existencia del término «médium». Este nuevo conocimiento lo adquirió durante la visita que hizo a Eduardo Salas, quien sería su productor en el proyecto «Almas Conectadas». «Llegué a su casa y conversamos hasta que sentí que alguien más nos acompañaba. Le pregunté si tenía una abuela que había fallecido y me dijo que sí», narra el joven. «Cuestioné si el nombre empezaba con ‘Ju’ y empecé a describirla. Se trataba de la misma persona», agrega.
Ese mismo día, Salas le comentó sobre la existencia de la médium Theresa Caputo, con quien se identificó de inmediato. La inquietud por conocer más sobre las habilidades que tenía esta mujer estadounidense, lo llevó a ahondar en el tema. Se inscribió en talleres y, en más de una ocasión, leyó «El libro de los espíritus» del escritor Allan Kardec, conocido como el padre de la mediumnidad. A raíz de este descubrimiento, nace «Almas conectadas»; un programa vía Youtube, donde comparte las sesiones que realiza a personas que quieren sanar heridas del alma.
Toda la primera temporada fue un éxito. Es así que, su equipo, integrado por Grace Uribe (directora) y Eduardo Salas (productor), deciden incluir a famosos peruanos en una segunda temporada. «Logramos grabar un total de diez capítulos hasta que llegó la pandemia», cuenta Frank. Luego, en el intento de reinventarse, llevó clases de tarot durante una semana para llenar ese vacío en su canal, tras la falta de sesiones presenciales. «Cada sesión medium es una experiencia única. Existen muchos sentimientos encontrados. A veces terminamos llorando o riéndonos porque el espíritu al que contactamos es gracioso», añade entre risas.
El interés por las luces y las pantallas lo llevó a estudiar Ciencias de la Comunicación, carrera que le permitió participar en el festival «Horror Fest de Lima», quedando en segundo lugar con el cortometraje llamado «Debajo de la cama». Ahora sus objetivos son otros. Atrás quedó el proyecto que estuvo trabajando junto a su productora Ilusionarte Producciones, la cual lanzó en el 2012. «Se lo presenté a un canal de televisión. Les gustó, pero me dijeron que necesitaban 99 capítulos y yo solo tenía 10. No había forma de que les diéramos lo que nos pedían».
Actualmente, tiene como meta a largo plazo abrir una escuela para enseñar mediumnidad en el Perú. «Están quienes me dicen que les pasa lo mismo que a mí, pero no pueden desarrollarlo como quisieran», afirma. Concentrado al cien por ciento en «Almas Conectadas», Frank Mendizábal continúa firme en su propósito: seguir demostrando que existe la vida después de la muerte y que no estamos solos.
Escribe: Valeria Ortega (@valuzort)
Fotos: Daniel Yong (@yong_fotografo)