En honor al sol y a la fiesta del Inti Raymi, nace Intira, la primera y única ginebra del alto Perú, el cual nació hace 6 años como la casa del gin en un restaurante de Incontri en el centro histórico de
Machu Picchu y Carpidem Cucina Italiana, desde Cusco.

Debido al éxito del gin y la incertidumbre causada por la pandemia, decidieron incursionar en nuevos canales de venta, en cumplimiento del objetivo de estar presente en los restaurantes más importantes del Perú y en los hogares de los paladares más exigentes amantes del gin.
INTIRA, es un Andean Dry Gin, ginebra premium artesanal único en su tipo, que busca reflejar la
esencia de sus orígenes, utilizando 23 botánicos andinos cusqueños a base de diferentes destilaciones y agua de alta pureza proveniente del deshielo del Nevado Apu Verónica.
«El enebro es importado de la Costa mediterránea de la Toscana porque no nacen en este hemisferio. Los botánicos son la esencia de Intira, no queremos emular ningún otro gin del mundo”, nos dice Lorenzo Zanchin italiano y creador de Intira, gin elaborado artesanalmente en las alturas de Cusco.

Su etiqueta es un homenaje al Inti Raymi, la fiesta cusqueña que celebra al dios Sol, como un
agradecimiento al astro que abarca todo. Ese sol que quema la piel todo el tiempo en la sierra es
súper importante para producir los botánicos que nosotros utilizamos. Si son tan concentrados y
aromáticos es gracias a ese sol.
El objetivo es trasladar el alma de Cusco, su tierra, suelo, plantas y su sol a una botella de gin premium:
“Queremos que Intira sea una expresión de este territorio maravilloso que tenemos en Perú», afirma
Zanchin, quien es químico farmacéutico de profesión, italiano y viene de una familia productora de grappa. Llegó al Perú con su esposa peruana Liseth Miranda y pusieron dos restaurantes en Cusco.

Sus ingredientes botánicos son originales de la franja de territorio de ceja de selva que va desde Cusco hasta la selva central peruana. Crecieron en un clima maravilloso que es fruto del choque entre el frío de la sierra y el calor y humedad de la selva. Este clima deja que se creen esos botánicos super concentrados en aroma, perfumes y notas bastante fuertes. En total son 24 botánicos que aromatizan Intira, los principales son los cítricos del Valle de La Convención, en Quillabamba, como naranja, limón ruso, toronja y mandarina verde. Además, está la muña, pero no las hojitas sino la flor porque tiene un perfil aromático mucho más floral. También cedrón, hierba luisa, toronjil y otras hierbas que se usan en el día a día de los cusqueños.

Intira se destila a 65 grados en vez de 80, para lograr un alto perfil aromático. Asimismo, los botánicos, hierven a menor temperatura, para lograr un final más fresco. De ensamblaje dedicado y complejo lo hace altamente versátil en combinaciones frutales y florales en barra. «El tiempo de reposo es muy importante para la calidad del gin. En el caso de Intira son 6 meses de maduración en tanque de acero.Toma tiempo”, finaliza Lorenzo Zanchin, maestro destilador de Intira.