El pato es un ave muy noble que ha servido como ejemplo en multitud de fábulas e historias aleccionadoras como la del patito feo. Asimismo, se ha convertido en una referencia para ridículos selfies, cuyos protagonistas posan con la boca hecha pucheros, la cual termina pareciéndose más a la de un pato. Ahora tenemos zapatos de punta cuadrada, sobre todo aquellos que llamamos mules o sandalias de talón abierto, las cuales se han convertido en un accesorio de moda por lo cómodas, prácticas y como dicen los españoles, por ser estilosas.

Actualmente forman parte de los artículos más vendidos en línea. Al parecer, cada cierto tiempo obedecen a la caprichosa rueda de la moda, se hacen populares y luego se nos va la mano exagerando la punta de los zapatos.

El calzado llamado pico de pato  hizo su más reciente  incursión a finales del 2018, cuando las botas de tacón ancho y  punta cuadrada fueron adoptadas por las influencers a nivel mundial, siendo esta una franca referencia a los botines de mediados de los 60s y 70s. Año y medio después, el pico de pato arrasa en zapatos veraniegos y agrega un toque retro a nuestra vestimenta casual. De esta forma, propicia hasta un poco de añoranza por otros y mejores tiempos.

Sin embargo, este pico de pato es mucho más viejo de lo que parece y la razón de su existencia tiene que ver con la prohibición de los calzados de extremos puntiagudos cuya relación fálica con los hombres dictaba que la punta de los zapatos que usasen podía llegar hasta los 50 centímetros de largo. Esas medidas algo extremas mercadeaban muy bien las joyas colgantes masculinas, pero dificultaban el caminar hacia el ser amado con la intención de exhibírselas.

La exageración de las puntas en el calzado masculino llegó a tal punto, que el Estado en la persona del Rey tuvo que intervenir para inducir a la cordura. De hecho, no fue solo un rey, sino cinco los que regularon su uso entre las distintas clases sociales y jerarquía de los nobles, determinando así, el largo de las puntas para cada una de ellas. Carlos VIII de Francia, en el Siglo XIV, las prohibió en su totalidad, aunque las malas lenguas dicen que no se debió a un acto de sensatez sino de envidia, ya que tenía los pies tan deformes que no le era posible usar tales puntas.

De esta forma, surgen los zapatos anchos, redondeados y luego los totalmente rectos que podemos apreciar en muchos retratos de de la época, incluyendo el de Enrique VIII de Inglaterra, por Hans Holbein en el Siglo XVI.  Los zapatos de pico de pato siguieron de moda hasta llegar al mismo punto de exageración que sus predecesores, volviéndose muy incómodos. Por esta razón, fueron finalmente sustituidos por zapatos con puntas más estrechas,  redondeadas o manejables y cada vez más parecidos a los que vemos actualmente.

Eso no implica que dicho diseño fuese ignorado. Al contrario, veremos puntas de zapatos con pico de pato, pero mucho más suaves en botines femeninos en la época victoriana (1837-1901). Los famosos zapatos Mary Jane[1]s de los años 20 tienden a tener una punta ancha que puede ser levemente cuadrada. Además, posteriormente se pudo apreciar el pico de pato inextenso en las décadas del 60 y 70 con la influencia de la moda inglesa y la contracultura en Estados Unidos.

Al final, todo va y viene en perfecta correspondencia, sino pregúntenle a una exótica ave de 1.2 metros de altura llamada Balaeniceps Rex, familia de la cigüeñas y más conocida como pico zapato.


[1] Mary Jane o Merceditas  es un tipo de zapato con tacón bajo, frente cerrado, y una correa que se abrocha a través del empeine diseñado originalmente en  la década de los 1920s.

KATIA RÍOS MILLARES

Graduada de Interiores (PUCMM 1991)  y   Diseño de Moda (Chavón 1995), 8 años de experiencia en manufactura textil, merchandising  y  lavados (Grupo M) para marcas como Hugo Boss, Tommy Hilfiger, Nike y Carters.
Entrenamiento textil en The Collage of Textiles NA, EEUUA.  Auditora de calidad  certificada ISO 9000, Consultora Textil para Consejo Nacional de Competitividad  y el Banco Interamericano de Desarrollo.  Gerente de Proyectos para el sector de desarrollo a nivel internacional  (Chemonics, FHI 360s, USAID) por más de cinco años. Egresada de Barna/Escuela de Negocios Programa de Desarrollo Directivo.
Forma parte de la Facultad de Chavón/La Escuela de Diseño, Rep. Dominicana desde 2013 impartiendo Fundamentos del Diseño, Perspectiva Arte y Diseño, Diseño de Moda, Textiles, Vestuario, Historia de la Moda  y Seminario /Estudio.
Escribe sobre Historia de la Moda para una revista dominicana y diseña productos textiles para cortometrajes, editoriales y eventos.