Al igual que otros restaurantes durante la pandemia, Mirasol sufrió las consecuencias de la crisis económica. Sin embargo, hoy han vuelto a ponerse de pie para seguir encantando el paladar de todos los peruanos con su deliciosa oferta gastronómica.
Miembro de una numerosa familia conformada por ocho hermanos, Andrés Rosas creció viendo a su madre cocinar con esmero para todos en la mesa. Además de ello, sus recuerdos de infancia se consolidaron mediante el contacto directo que tuvo con el mar. Estas memorias le fueron otorgadas también por su padre, pescador por afición que le inculcó desde niño el amor por el terreno marítimo y su buena comida.
«Todos los fines de semana íbamos a la playa y acampábamos allá. Sus amigos iban a pescar y luego traían la canasta con todo lo que habían conseguido. Nosotros, los chicos, limpiábamos. Algunas veces alimentábamos a las gaviotas. Era como un juego, pero eso nos enseñó a reconocer cómo era un producto fresco, recién salido del mar»
recuerda Rosas, quien ahora dirige Mirasol, donde ha logrado transmitir su legado familiar y llevarlo a la mesa.
Como muchos restaurantes, este también fue abatido duramente por la llegada de la pandemia, motivo por el cual tuvieron que cerrar sus puertas temporalmente mientras iban buscando alternativas para volver a recibir a sus comensales. Este año, esa espera terminó. Nuevamente, Mirasol puede volver a recibir a sus comensales de toda la vida en el local ubicado en Chorrillos.
Su regreso no solo ha significado una inmensa alegría para todo el equipo, sino que también trae consigo nuevos platillos que han sido trabajados por Andrés Rosas con insumos de todas partes del Perú. La trucha es uno de estos nuevos ingredientes, por lo que la podremos encontrar en bowls e incluso en ravioli, lo cual también implica la transformación del producto peruano para ser consumido en presentaciones creativas. Un punto a resaltar es que cada ingrediente es seleccionado cuidadosamente para garantizar su frescura. Rosas realiza las compras, asegurándose de que el producto esté en condiciones óptimas.
Entre las nuevas opciones de la carta, podremos encontrar la «Causa Acevichada en su Tinta», un plato cremoso preparado con papa amarilla teñida en tinta de calamar y rellena con langostinos en salsa. La causa se corona con una porción de ceviche de pesca del día para garantizar siempre la frescura de sus productos.
Otra de las alternativas son los famosos «Poke Bowls». En el menú, Mirasol ofrece dos versiones del popular platillo. Entre ellas encontramos el «Poke Acevichado» y el «Poke Oriental». El primero está preparado con trucha ahumada sobre una cama de arroz que se rodea con una variedad colorida de vegetales. La col morada, chips de camote, palta y choclo desgranado son parte de los ingredientes que van bañados de una irresistible salsa acevichada.
El segundo poke tiene una preparación similar, sin embargo, este lleva atún en lugar de trucha. Sus acompañantes fueron seleccionados para transmitir los sabores orientales a nuestro paladar. Champiñones, holantao, mango, frejolito chino y una porción crocante de wantanes son los que le dan ese twist interesante a cada bocado. Todos estos ingredientes se sirven al lado de la deliciosa salsa oriental de la casa.
Si te gusta disfrutar de una tarde encantadora rodeado de la brisa del mar y probar una sazón auténtica, Mirasol es el restaurante ideal para ello. Es grato poder invitarlos a congregarse nuevamente en sus mesas a fin de disfrutar de las nuevas opciones de la carta. Despierta tu apetito y prepárate para deleitarte con estas maravillas. ¡Son una verdadera delicia!
Escribe: Fiorella Gómez (@periodistando.pe)