El museo de Louvre alberga 8 millones de visitantes al año, lo que lo convierte en el museo más visitado del mundo. Si estás interesado en el arte europeo, una parada en este recinto parisino es indispensable para que conozcas las obras clásicas de los artistas más importantes de la humanidad.

La interesante pirámide que constituye el Museo de Louvre llama la atención de todo el público turístico que decide visitar París. ¿Qué existe dentro de tal irregular edificación? Pues se trata del Museo de Louvre, uno de los museos más importantes del mundo que expone clásicos del arte europeo como también diversas expresiones de arte islámicas, orientales y egipcias. A continuación, te presentaremos información indispensable que debes saber si decides viajar a Francia y por ende, visitar esta popular atracción turística.

Ubicación del Louvre

El Museo del Louvre es el museo nacional de Francia consagrado tanto a las bellas artes como a la arqueología y las artes decorativas anteriores al impresionismo. Está ubicado en París en el antiguo palacio real del Louvre situado en la orilla derecha del río Sena, cerca del Museo de las Hierbas y del Jardín de las Tullerías. 

Sus extensas colecciones son el resultado del coleccionismo desarrollado por la monarquía francesa a lo largo de varios siglos, al que se sumó el esfuerzo de varias personalidades de la Ilustración, la labor desamortizadora de la Revolución francesa, las victorias militares durante las guerras napoleónicas, y las campañas arqueológicas y compras impulsadas durante el siglo XIX.

Historia del Louvre

El edificio en que se sitúa el Museo de Louvre ha experimentado infinidad de ampliaciones hasta tener el aspecto actual. En 1682, el rey Luis XIV trasladó su residencia hasta el Palacio de Versalles, lo que supuso que el Louvre quedara únicamente como lugar de exposición de la colección de arte de la realeza. En este sentido, en 1692 el edificio fue ocupado por la Academia de las Inscripciones y las Bellas Artes de la Academia Real de Pintura y Escultura, organismo que llevó a cabo la primera exposición en 1699.

Durante la Revolución Francesa, la Asamblea Nacional determinó que el Louvre debía ser utilizado únicamente como museo con el propósito de permitir el acceso de sus obras maestras a la nación. En concreto, el museo abrió sus puertas el 10 de agosto de 1793 con una exposición en la que tenían cabida un total de 537 obras, las cuales fueron expropiadas a la realeza y a la iglesia.

La colección de obras del Louvre se incrementó exponencialmente durante los reinados de Luis XVIII y Carlos X, así como durante el Segundo Imperio Francés. En concreto, el museo consiguió 20.000 obras más en esa época.

Obras expuestas

Como mencionamos anteriormente, la colección del Louvre comprende cerca de 300.000 obras anteriores a 1948, de las que se exponen aproximadamente 35.000. La inmensa colección está organizada de forma temática en diferentes departamentos: antigüedades orientales, antigüedades egipcias, antigüedades griegas, romanas y etruscas, historia del Louvre y el Louvre medieval, pintura, escultura, objetos de arte, artes gráficas y arte del Islam.

Entre las pinturas más importantes del museo se destacan obras como: La Gioconda de Leonardo da Vinci, La Libertad Guiando al Pueblo de Delacroix y Las Bodas de Caná de Veronés. Entre las esculturas las obras más sobresalientes se encuentran La Venus de Milo de la Antigua Grecia, El escriba sentado del Antiguo Egipto y La Victoria Alada de Samotracia del período Helenístico de la Antigua Grecia.

Reglamento del Louvre

Para garantizar la seguridad de todos, y conforme a las medidas preventivas adoptadas por el gobierno francés para la administración pública, todo el mundo deberá pasar por el control de seguridad. Se niega el acceso a quienes vengan con maletas grandes y bultos voluminosos. Todas las entradas del museo cuentan con controles de seguridad.

Está permitido hacer fotos y grabar vídeos en las salas donde se exponen las colecciones permanentes, siempre y cuando sea para uso personal. En cambio, está prohibido utilizar palos selfie, el flash u otros dispositivos de iluminación. En cuanto a las exposiciones temporales, es posible que se prohíba fotografiar o grabar ciertas obras.

Proteger las obras y respetar al resto de visitantes es un deber común. Dentro del museo no se puede beber, comer, fumar, hablar en voz alta, tocar las obras y correr. Las únicas personas que están permitidas de hablar en voz alta son los conservadores del patrimonio, el personal docente, los guías acreditados por los ministerios franceses de Cultura y Turismo.

Recordemos que el respeto y la buena conducta son valores esenciales que debemos tener por respeto a los demás visitantes y a las obras expuestas valoradas por años por la cultura y la sociedad. Anímate a visitar este icónico museo que te impresionará con sus múltiples obras de arte. 

Escribe: Claudia Martens (@claudiamartensc