De calidad extraordinaria, con complejidad, persistencia y añejados en barricas de roble, los vinos de la línea Alta Gama de Tacama están pensados para el paladar de un público conocedor, apasionado y curioso.

La superioridad de la línea Alta Gama se debe a la calidad de la fruta —seleccionada de parcelas específicas—, vinificaciones detalladas y finas, además de un añejamiento en barricas de roble francés. La historia empezó con el lanzamiento de Don Manuel Tannat en 2001, continuó con Doña Ana Chardonnay en 2005, y Don Manuel Petit Verdot en 2012. Fueron grandes aciertos. Los vinos Don Manuel son un homenaje a Manuel Pablo Olaechea Guerrero, quien adquirió la viña Tacama en 1889; mientras que Doña Ana rinde tributo a la madre de José Antonio Olaechea, actual presidente del Directorio de Tacama.

Don Manuel Tannat con su color oscuro, es un vino potente, intenso, de mucha estructura y persistencia. Sus aromas son de fruta negra y especies dulces como el clavo de olor. «Tiene taninos maduros, sedosos y lo podemos acompañar con carnes que contengan una buena cantidad de grasa, embutidos y quesos madurados», aconseja Ronald Carhuas Huaman, sommelier del restaurante Mayta. Recomienda servirlo en la copa a 15 °C de temperatura.

Por otra parte, el sommelier comenta que Doña Ana Chardonnay es un vino limpio, brillante, de color amarillo y reflejos dorados. «Con sensaciones de frutas tropicales, toques de mango, durazno y piña. En boca es fresco con acidez media». Es ideal para pescados y mariscos como conchas, langostas y camarones. También carnes con poca grasa, por ejemplo, el pollo y el pavo. En este caso, servir a 10 °C. Exquisito.

Don Manuel Petit Verdot presenta un color profundo con reflejos morados. «En nariz posee notas mentoladas y florales (violeta), y gana en complejidad con frutas negras (moras), pan tostado y café. De textura suave y sensaciones dulces», comenta Frédéric Thibaut, enólogo de Tacama. Es recomendable maridar con guisos y estofados, y servir a una temperatura de 15 °C.

En lo que respecta a la imagen, se modificó sutilmente el diseño originario, porque el objetivo es conservar el look que los vinos tenían, pero actualizarlo para darle vigencia en el mercado. La medalla se mantiene, ya que era un elemento —elaborado en un material llamado Xamac y grabado en alto relieve— muy representativo del packaging antecesor, pues se desea que el público siga reconociendo el producto.

La imagen de la viña Tacama también está presente. «El campanario es un ícono y referente internacional del viñedo y, en esta línea tan emblemática, era fundamental que aparezca», explica Mariela Gutelli, gerenta de marketing. Aquí, el cambio está en el estilo de la ilustración. «El actual decanta de las antiguas litografías, grabados o estampas de comienzos del siglo pasado. Se quería transmitir el prestigio y antigüedad de la bodega, pero sin que sea una etiqueta vintage», añade Juan Gabriel Martínez, diseñador de Caliptra Creative Agency, la agencia encargada de esta labor.

Además, como parte de la renovación, se incluyó un marco que remite a un estilo entre colonial e incaico. Para la tipografía eligieron una más tradicional y formal. Los colores seleccionados para la línea, muy clásicos y oscuros, suman al concepto de elegancia y trayectoria.

«Un producto con buen diseño e impresión se vende más en el mercado. Una vez que el consumidor tiene claro el precio que desea gastar, mira la góndola y el impulso de elección es de alrededor de 6 segundos. De esta manera, el impacto de la etiqueta es lo más relevante», sostiene Javier Iberto, Latam Manager del Grupo Eadec (Etiquetas Adhesivas Ecológicas), encargado de la fabricación e impresión de la etiqueta de toda esta gama.

Para adquirir los productos de la línea, solo habrá que visitar supermercados, licorerías y autoservicios, ingresar a la web o escribir vía WhatsApp (Lima: +51 913 090 43 / Ica: +51 981 147 078). Entérate de más en www.tacama.com y/o consultando la página oficial de Facebook e Instagram (@tacama_oficial).