Cada 17 de abril, Argentina conmemora el Día Mundial del Malbec, una festividad que desde 2011 celebra el impacto y la relevancia de esta cepa en la cultura vitivinícola mundial.
El Malbec argentino no solo ha ganado reconocimiento internacional por su calidad y versatilidad, sino que también ha contribuido significativamente a la economía del país. La industria vitivinícola argentina, con el Malbec como su estandarte, ha experimentado un crecimiento notable en las últimas décadas, convirtiendo al país en uno de los principales productores y exportadores de vino del mundo.
Además, el Día Mundial del Malbec no solo es una ocasión para celebrar esta variedad de uva, sino también para promover el enoturismo en Argentina.

Las bodegas del país abren sus puertas a visitantes de todo el mundo, ofreciendo degustaciones, recorridos por los viñedos y experiencias gastronómicas que resaltan la rica cultura vitivinícola argentina.
La diversidad de estilos de Malbec producidos en Argentina es otro aspecto destacado. Desde Malbecs jóvenes y frutados hasta vinos más estructurados y complejos, los enólogos argentinos han explorado las diferentes expresiones de esta cepa en función de los distintos terroirs y técnicas de vinificación.

Además, el Malbec argentino ha inspirado a una nueva generación de enólogos y viticultores a experimentar con otras variedades de uva y métodos de producción, contribuyendo así a la continua innovación y evolución de la industria vitivinícola argentina.
En resumen, el Día Mundial del Malbec es una oportunidad para celebrar no solo el legado histórico de esta cepa, sino también su papel en la transformación y el éxito continuo de la industria vitivinícola argentina.
Texto: Nasim Mubarak