Te imaginas ir una mañana a la panadería de tu barrio y al ver la vitrina, ¿No hay pan francés? Cabizbajo, regresas a casa con alguno de sus primos –podría ser el de yema, ciabatta, coliza, Etc.- para disfrutar del desayuno pero algo triste por no disfrutar del clásico francés.

Esto es algo inusual que pueda ocurrir en alguna panadería peruana pues, el pan francés, es uno de los panes más consumidos, elaborados y comercializados en el país. Una tradición que data desde años pasados gracias a la migración francesa que se dio entre 1700 y 1725. Un arribo que trajo muchas novedades en las artes, gastronomía, moda y por supuesto, en la panadería.

Cada 16 de octubre se celebra el Día internacional del pan, una fecha que nos hace recordar que es un alimento básico para el ser humano y que fue instaurada por la Federación Internacional de Panaderos (UIB) en ese contexto, Cocktail quiso saber más detalles del noble pan francés. Un tipo de pan que, curiosamente, es desconocido en Francia.

“Aproximadamente de cada 10 panes que se venden en el Perú, ocho son franceses. Esto podría darse por su versatilidad de combinar con cualquier acompañamiento, desde mantequilla hasta una butifarra. Ese sería el éxito del pan francés en nuestro país”, cuenta Daniel Punchin, chef coordinador de pastelería del instituto Le Cordon Bleu Perú.

Su nacimiento

Pero, ¿Cómo nace el pan francés? El también panadero detalla que ante la llegada de los franceses al Perú (especialmente del sur del país galo) durante la colonia pusieron diversos negocios y entre ellos, las panificadoras fueron la novedad en la época ofreciendo al público un producto selecto y de lujo.

“En aquellos años los panes en el Perú tenían influencia árabe y no llevaban levadura motivo por el cual, los franceses plasmaron sus conocimientos panaderos utilizaron una masa madre para hacer sus panes la cual consistía en la mezcla de levadura, harina de trigo, agua y un poquito de azúcar”, puntualiza Punchin.

Esa combinación dio como resultado un rico pan crocante que tenía como característica una raya al medio y que rápidamente, se hizo muy popular entre la aristocracia limeña pues su alto costo hizo que sea accesible para todos. Tuvieron que pasar semanas, meses y años para que este exclusivo producto llegue a todas las mesas y hoy, es imposible que no esté presente en el desayuno y lonche.

Por qué no hay pan francés en Francia

Los franceses fueron los creadores de este pan pero ¿Por qué no existe en Francia? El experto asevera que sí se hornea allá, los ingredientes son los mismos pero la única diferencia es que no tiene la clásica raya el centro. Una característica que nació en nuestro país pero como sus familiares europeos, la técnica utilizada para ser horneado es la misma.

La masa es colocada en un horno envuelto en vapor para que genere la costra que lleva encima, así se logra conseguir que cada mordida sea crujiente.  

Pan y nutrición

Mucho se habla de cuántos panes debemos comer al día. Que si un tipo de pan es mejor que otro, que es ideal disfrutarlo con algunos complementos y un sinfín de ideas que rodean a este noble alimento pero lo que sí debemos saber, es que los panes blancos (línea en la que está el pan francés) no tienen fibra entre sus componentes y tampoco poseen nutrientes para nuestro organismo, si es que lo consumimos solo.

“A diferencia del pan blanco (francés), el integral tiene fibra entre sus ingredientes un elemento perfecto para nuestro organismo pero sobre todo, nos sacia del hambre. Lo recomendable es consumir panes de panadería, son más frescos y no llevan componentes dañinos para la salud”, dice la licenciada en nutrición, Rayza Enriquez.

La especialista agrega que lo sugerible es comer una cantidad de panes de acuerdo a la edad y actividad que realice una persona pues al ser una fuente rica de carbohidratos, debemos realizar actividades físicas para eliminarlos y que al pasar del tiempo puedan ser perjudiciales a nuestro organismo.

Ya sea con mantequilla, palta, embutidos, huevo frito, pejerrey, torreja, salchicha huachana, chicharrones o solo, el pan francés siempre será nuestro preferido. Feliz día, querido pan.

Escribe Kenyi Coba*