Cualquier destino, por largo y complicado que sea, consta en realidad 

de un solo momento: el momento en que el hombre sabe para siempre quién es.

Jorge Luis Borges

¿Quién fue Miguel Quispe, el denominado “Inca” de Paucartambo? No se puede dar una respuesta categórica, pues existen dos Migueles: uno es el real, histórico, cuya carne se fusionó con la Pachamama[1] en un lugar desconocido y del que hablan algunos estudios académicos. El otro es el “personaje”, creado por la prensa y que aún vive en amarillentos diarios y crónicas de aquellos años.

Del primero se sabe que nació en la ciudad imperial del Cusco, en Paucartambo, Ccolquepata, ayllu de Sayllapata y que tuvo por compañera a Manuela Mamani. Fue un líder nato que vivió en la agitada coyuntura política del Perú de los años 20. En edad adulta se contactó con delegados del Comité Pro Indígena Tawantinsuyo[2] de la sección Cusco, intelectuales de la talla de Luis E. Valcárcel y líderes anarquistas. Incluso llegó a entrevistarse con Augusto B. Leguía, de quien fue seguidor. Gran defensor de los derechos indígenas, lo desaparecieron las fuerzas del Estado a mediados de esa década.

El segundo es una figura mitológica, que se dice fue coronado Inca del Tahuantinsuyo según el rito tradicional, asistido por los paqos (sacerdotes del sol) y que recorrió a pie toda la región del Cusco, donde profetizó el retorno del imperio y el castigo para los abusivos gamonales. 

Además se le acusa de iniciar la rebelión de Espinar, e incluso de que la esposa de este dirigió el ataque de los comuneros al pueblo de Paucartambo. El “Inca”, aseguran, desapareció sin dejar rastro.

Miguel Quispe por sí mismo

Gracias al trabajo de Wilfredo Kapsoli, Ayllus del Sol, anarquismo y utopía andina, tenemos acceso a la carta enviada por el “Inca” al diario El Sol de Cusco el 19 de diciembre de 1922. Allí asegura que han hecho de él: un ser fantástico por los temores y suspicacias de los blancos, proclamado INCA por la fantasía de los noveladores de la vida real[3]

Miguel Quispe fue un adelantado, un indio que se asumió como tal  y reclamó el derecho de ciudadanía para su gente. Esto, sin la necesidad de caer en falsas construcciones, de carácter cultural. Es decir, un indio para ser “ciudadano” no tenía por qué dejar de lado usos ni costumbres ni buscar ser una imitación del modelo urbano-criollo (proceso que luego se definiría como “cholificación”).

Es en ese afán que compartía la idea del indigenismo radical del Comité Pro Indígena Tawantinsuyo. En entrevista brindada al diario El Comercio del Cusco, 1° de diciembre de 1922, y transcrita en el libro Indígenas mestizos, desindianización y discriminación, de Marisol de La Cadena, Quispe le dice al prejuiciado entrevistador: Tú también eres peruano, es decir indio. Solo eres diferente de mí en tu vestido y tu educación.

En una sociedad del “insulto racista” normalizado, donde el indio debía ser irracional, pasivo, sumiso, un desvalido vicioso, apareció una figura como la del “Inca”, que cuestionó no solo dicho discurso hegemónico, potencializado desde el siglo XVIII tras la derrota de Túpac Amaru, sino que además cuestionó el discurso de los indigenistas que veían en el indio una víctima, un “hermano menor” a ser redimido por ellos, desde posturas paternalistas y cargadas de reflexión positivista. 

La presencia de Miguel Quispe causó malestar porque se salió del molde. No quedó solo en el reclamo de ciudadanía, sino que en la praxis se comportó como un ciudadano. Aunque habría que preguntarse: ¿cuánto influye la autopercepción de un ser en la percepción que otro tiene de este? Quispe fue un patriota, como él mismo se definió, que interactuó y agenció en beneficio de los suyos el aparato institucional; motivo por el que fue criticado y tildado de oportunista. Aunque como vemos en la carta antes mencionada, le costó muchísimo lidiar con la burocracia estatal.

Hace veinte años me arrastro de oficina en oficina, de una  autoridad a otra, de un juez a un subprefecto, sin haber jamás alcanzado justicia. Yo no pretendo hacer la guerra a nadie. No he atacado ninguna hacienda, ni vejado a ningún blanco; Podemos vivir en paz, en cuanto los “mistes” desistan de su inveterada costumbre de vivir del indio[4].

Él intentó romper, a base de voluntarismo, con su propia “otredad”, que representaba la cómoda otredad del indio, generadora de un cierto tipo de orden, tanto para verdugos como para redentores. 

En ese entender, no sé cuál de los dos Migueles, mencionados al inicio, es más legendario, el hombre real o el mito.


[1]  Traducido de modo literal como madre Tierra, según la cosmovisión andina tiene además un sentido profundo que relaciona el término con el universo.

[2]  Una de las primeras asociaciones del campesino indígena del Perú. El Comité Central Pro Derecho Indígena Tawantinsuyo fue una institución que agrupó a indigenistas, leguiístas y anarquistas a nivel nacional, fundada  en la ciudad de Lima en 1919, con la intención de llenar el vacío dejado por la disolución de la Asociación Pro Indígena. .

[3] KAPSOLI Wilfredo, Ayllus del Sol, anarquismo y utopía andina, Lima, 1984. P.96.

[4] KAPSOLI Wilfredo, Ayllus del Sol, anarquismo y utopía andina, Lima, 1984. P.97.

FRANCISCO LEÓN

Nació en Lima el 8 de mayo de 1975. Escritor, poeta, editor, historiador, músico. Cursó estudios de literatura en la UBA (Universidad de Buenos Aires). Promotor cultural. Publica  la novela corta Resplandor Púrpura (Grupo Editorial RAS, Lima, 2004). El año 2005 obtiene mención honrosa a nivel nacional en el concurso de Poesía Iberoamericano, Cuento y Dramaturgia 500VL, organizado por el Boulevard de la Cultura de Quilca y la Municipalidad de Lima. Aparece su primer poemario titulado Ad Gloriam (Arteidea editores, 2006). Publica el trabajo de investigación: La historia de Salamanca de Monterrico (Grupo Editorial RAS, 2006 – 3 ediciones).
Obtiene 2ª mención honrosa en el concurso mundial de poesía erótica Bendito sea tu Cuerpo (2008). Aparece en el compilatorio del mismo nombre. Aparece su plaquette Sandra, (Maribelina editores, 2009). Publica su poemario temático Summer Screams(Hipocampo editores, 2009). El 2012 publica. Publica Historia de Sangallaya (Asociación Distrital Sangallaya, 2012). El año 2013 publica con Altazor editores su segunda novela Tigres de Papel. Publica la II edición de su novela Resplandor Púrpura, editada por G4eneration (2014), en Buenos Aires. Publica Salamanca Sixties Un estudio sobre el rock en la Clase Media de Lima, (Editorial Selección Gallera 2014). Publica su novela Los Stones, (Animal Literario, 2016).
Publica Song From Lima, poesía, (Korriente A editores, 2017). Publica el trabajo de investigación Wanka Rock, historia del rock en Huancayo de 1959-1979, Korriente A editores (2017) con una reimpresión de Sonidos Latentes Producciones ese mismo año. Dirige el equipo técnico para la elaboración de el Plan Municipal de La Lectura y el Libro de la Municipalidad Provincial de Cusco, 2017. En 2018 publica tres ediciones de Manco Inca y la gran guerra de reconquista (Grupo Editorial RAS, Raymi Editores, Zafiro Editores). Con tres ediciones agotadas en menos de tres meses. El libro fue el segundo más vendido de la Feria Internacional del libro de Cusco.
Ha aparecido en 20 compilados de poesía a nivel mundial, incluye traducciones al francés y portugués de su obra. Ha sido columnista del diario Extra, y del Diario del PaísDiario del Cusco, Diario El Sol del Cusco. Además de las revistas digitales Punto de EncuentroMain Neim, Cronopio, etc., a nivel nacional e internacional. Ha sido conductor del programa El Rincón de Los Incomprendidos por HCM Tv radio, y de Palabra x Palabra por HCM Tv radio. Ha editado más de 20 libros con su sello RAS. Es en la actualidad columnista del semanario Qosqo Times y editor periodístico de la revista Open Cusco, de distribución gratuita en Lima y la Ciudad Imperial.
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