Hoy en día, son miles los peruanos que inician su día con una buena taza de café, convirtiéndola en pieza fundamental para poder cargarse de energías. Últimamente, hemos sido testigos de cómo esta especie de grano ha trascendido a todas las regiones del país.

Fuente: Difusión de Prensa

La coyuntura provocada por la crisis de la COVID-19 no ha sido impedimento para que el café se sobreponga. El nacer de nuevas cafeterías y las fortalezas de un especializado consumo local ha provocado una nueva posteridad en el rubro cafetero. La oferta local del café peruano ha podido sobreponerse y llegar a satisfacer a la demanda local, producto del cierre de ciertos mercados extranjeros durante la crisis de la pandemia. 

La zonas productoras han sentido, de primera mano, el aumento de cafeterías especializadas, las cuales han crecido en promedio un 13% en el periodo entre los años 2012 al 2017 en el Perú, según Euromonitor.

Fuente: Difusión de Prensa

Estas cafeterías especializadas emplean café, cuyo origen son las regiones productoras. Muchas veces se llega a establecer una cierta alianza comercial, ya que un bajo volumen de mercadería conlleva una alta calidad en el producto. Este tipo de cafeterías juegan un rol importante en el consumo del café y, además, en la enseñanza del consumo del mismo. Asimismo, son la primera línea en hacer llegar el café especializado al consumidor. Debido a esto, cierta parte de la oferta de café especializado exportado, ahora, se ha trasladado al mercado peruano, la cual ha sido bien recibida. Varias cafeterías locales han formado vínculos con las cooperativas de las provincias productoras, debido a que son un canal de posicionamiento para el café local. 

Estas alianzas ayudan al productor a llegar de forma directa a los consumidores de bebidas a base de café o café tipo grano o molido. Es importante reconocer el imparable desarrollo de los sistemas de calidad que cuentan con laboratorios y con tecnología de punta en sus plantas de tostado: todo esto ha fomentado la oferta local que ha sabido posicionarse en el gusto del consumidor. 

Fuente: Difusión de Prensa

Está el caso en el distrito de Pichanaki, en el que habitan 5,600 familias productoras y que registran un consumo y gasto anual en café de 1 kg y 36 soles, respectivamente. El consumo de café llega a la cifra de 4 millones de soles anualmente. Este distrito cuenta con 25 cafeterías, las cuales son abastecidas con el café que proviene de 15 cafeterías en Junín. Asimismo, cuenta con 40 baristas, cuyos padres son agricultores. 

El negocio ha ayudado al crecimiento en la oferta laboral enfocado en el segmento juvenil. Además, crece la conveniencia comercial para que se pueda trabajar en la cadena de calor de café. La oferta de este tipo de café especializado ha sabido encontrar su demanda en el comercio local, la cual ha sido bien recibida y esto ha permitido generar mejores ingresos.

Escribe: Cámara Peruana de Café y Cacao (@camcafeperu)