Con la reciente invasión de Rusia a Ucrania, muchos países y organizaciones del mundo han tomado una postura de apoyo hacia el país de la bandera bicolor, así como su descontento y oposición contra las acciones que está realizando el país más grande del mundo. En esta ocasión hablaremos de las sanciones que se le está aplicando Rusia en el ámbito deportivo, teniendo como gran mortificado al fútbol.

El lunes 28 de febrero, la UEFA (Unión de Federaciones Europeas de Fútbol) y la FIFA (Federación Internacional de Fútbol Asociación), sacaron un comunicado en el que sancionaban tanto a la selección de fútbol ruso como a todos los equipos del país de cualquier competición hasta nuevo aviso, esto quiere decir que Rusia no podrá jugar el Mundial de Qatar 2022 así como equipos clasificados a la Champions League y Europa League, tampoco podrán jugar en los respectivos campeonatos.

Pero esta no ha sido la única sanción en lo que a futbol se refiere, la marca alemana Adidas, ha retirado y rescindido de su contrato con la federación rusa, quitándole el patrocinio y dejándolos sin un uniforme para futuras competiciones. Por otro lado, la marca rusa Gazprom ha sido desligada de toda competencia en la que tenía patrocinio, esta empresa contaba con un acuerdo de 40 millones de euros para ser promotor de la Eurocopa de Alemania en 2024, generándoles una perdida que golpea fuerte a la empresa de gas rusa.

Sin embargo, el futbol no ha sido el único deporte que se ha visto afectado por esta situación, en la Fórmula 1 también se han tomado medidas al respecto y la primera fue remover la carrera que se correría en un Rusia este año, bajo un comunicado la FIA (Federación Internacional de Automovilismo) señaló que la Fórmula 1 visita el mundo buscando una unión entre naciones y personas, además de la presión ejercida por algunos pilotos que tomaron una postura en contra de esta carrera como es el caso de Sebastian Vettel, cuatro veces campeón del mundo, declarando que si la carrera se daba, el no pisaría el país, ni correría allí. Continuando con el deporte de la velocidad, el equipo de carreras Hass F1, removió su livery que tenían motivos rusos debido a su patrocinador oficial, dejando el contrato con la marca Uralkali y corriendo con un carro blanco por el resto de la temporada.

Por último, tenemos el caso del propietario del club de fútbol Chelsea, Roman Abramovich, el cual se vio envuelto en un escándalo luego de que el gobierno británico quisiera congelar sus activos financieros, esto después de comprobar que el empresario tiene un vínculo directo con el gobierno de Putin, dándolo como aliado y queriendo deportarlo del país lo más pronto posible, obligando a que este por la gran cantidad de dinero que invirtió en el club, se vea forzado a venderlo para poder recuperar los 1800 millones de euros que utilizó para financiar al equipo inglés.

Escrito por: Omar Sarmiento (@omarsarmientog)