El siglo VIII estuvo marcado por la decadencia de la gran cultura Moche en el norte del Perú. Pero pocos sabemos que esta fecha pudo quedar marcada en uno de sus murales más pictóricos y complejos que podemos ver en la Huaca de la Luna.

En su libro Cosmos Moche, Roberto Sánchez, propone que el mural de la Huaca de la Luna no representa un relato mitológico, sino un mapa estelar de un evento cósmico que fue único e irrepetible para los antiguos moches. 

Este evento estuvo dado por la alineación de los planetas Mercurio, Venus, Marte, Saturno y Júpiter con la Luna. Los 5 planetas ocultándose por el horizonte en fila india en conjunción con la media Luna en cuarto creciente. Para el imaginario Moche esto debió disparar una serie de interpretaciones y oráculos que apuntaban hacia la decadencia y el fin de una época. Y tal vez no estaban equivocados pues aquella época coincide con el final de la cultura Moche.

Este evento fue confirmado por Roberto Ochoa usando el programa Stellarium, donde determinó la fecha del 11 de setiembre del año 750 dC como el día en que los moches vieron este inusual fenómeno astronómico.

Decidí colocar la misma fecha en la aplicación Planetas encontrando la alineación que pueden ver en la foto 2. Los cinco planetas y la Luna creciente desfilan uno tras otro entre las constelaciones de Escorpio, Sagitario, Ofiuco y Serpens.

Foto 2

Estas mismas constelaciones pueden ser vistas en el mural de la Huaca de la Luna, donde aparece una soga representando la bóveda celeste. La soga está amarrada en su extremo izquierdo por la chakana, que representa a la constelación de la Cruz del Sur. En el centro del mural se puede ver a la Luna en cuarto creciente, junto a un Escorpión, ocupando todos ellos las mismas posiciones que ocuparon en la bóveda celeste el 11 de setiembre del año 750, por lo que no es descabellado pensar que el resto de figuras representen a las demás constelaciones. Esta comparación la pueden ver en la foto 1.

En conclusión, el mural de la Huaca de la Luna representaría un alineamiento planetario que coincidió con la decadencia de la cultura Moche y es posible que los antiguos moches lo plasmen como el mensaje de las estrellas que anunciaron el fin de su mundo.

Aquel alineamiento planetario expresado en ese mural no volverá a ocurrir hasta el año 2040, por lo que Roberto Ochoa señala, en tono de broma, que al igual que el calendario maya marcaba el fin de una era para el año 2012, este mural marcaría la señal para un “fin del mundo” para el año 2040.

Porque lo dijo en broma, ¿no?