Como en todas las empresas y centros comerciales dada la coyuntura actual, Gamarra se tendrá que adaptar a nuevos cambios siguiendo un protocolo de salubridad para los trabajadores y publico asistente. Mantendrá el distanciamiento social, la desinfección de manos, el uso de mascarillas y la señalización respectiva para evitar aglomeraciones.  Un aspecto importante es el control de ingreso, debido a que el aforo ha sido reducido a la mitad. Por lo tanto, las ventas no van a ser iguales. Es un nuevo inicio para evitar las ventas informales y contagios masivos. El comienzo de una nueva realidad para el emporio y la forma de compra que evolucionará por completo. Sin duda, una oportunidad en la cual las empresas informales pueden dar un giro a sus proyectos y empezar a hacer las cosas como se deben y no verse afectados en los siguientes meses.

Foto: Joaquín Cruzado

Empecé a estudiar moda en el 2015, me acuerdo de la primera vez que fui a Gamarra, me sorprendió la cantidad de gente que había y los increíbles precios que encontrabas en el mercado. Pero un suceso que me sorprendió más aún fue la informalidad y la cantidad de ambulantes que habían por todas las calles. Con el pasar de los años, fui presenciando la evolución de este emporio textil. Muchas tiendas empezaron a crecer, podrías encontrar tendencias, tiendas que te ofrecían lo mismo que veías en una tienda de San Isidro, Miraflores, Barranco, pero a un precio más accesible. Sus productos te los empezaban a dar en mejores presentaciones, comenzaban a dar tarjeta y te invitaban a seguir sus redes sociales. Siempre me ha gustado Gamarra porque es el mundo de todo diseñador peruano, pero soy consciente que tiene mucho que mejorar, teniendo todas las herramientas para crecer y evolucionar en diversos aspectos.

Foto: Joaquín Cruzado

Es importante empezar a consumir productos y empresas nacionales, darle la oportunidad a emprendimientos peruanos que todos los días luchan para salir adelante y que en su mayoría van de la mano con producciones, trabajadores y fabricantes peruanos. Emprender no es fácil, lleva múltiples complicaciones, muchos terminan tirando la toalla por las dificultades y más aún ahora que conseguir los recursos necesarios es más complejo. Si queremos ver un cambio en nuestro entorno, en lo que nos ofrecen y en nuestra sociedad, no solo depende de las empresas o las informalidades que se presentan en diferentes lugares de nuestro país, sino depende de cada uno, de consumir mejor y apoyar empresas que ayudan con el crecimiento y evolución de Gamarra. Espero que la próxima ves que vuelva a Gamarra encuentre un emporio más grande, un aumento en emprendimientos formales que le den oportunidades de trabajo a peruanos y que la coyuntura actual cause un cambio a un lugar más responsable, seguro y con más consumidores locales.

Foto: Joaquín Cruzado

Escribe: Valeria Quino