El terno es una prenda necesaria para todo hombre, es el encargado de ofrecer una elegancia tersa y varonil. Especialistas nos cuentan sus orígenes y dan a conocer la diferencia entre el saco y el blazer.
En la vida hay cosas que nacieron para estar juntas. Los cumpleaños y los buenos deseos, los viajes y las fotos, los amigos y los recuerdos, el chifa y la Inca Kola, y un largo etcétera que llenarían páginas enteras. Pero hay dos elementos que siempre están unidos y al momento de darse el “sí”, dan origen a un elegante traje. Ellos son el saco y el pantalón.
“El terno es la vestimenta masculina más elegante que hay. Nació en el siglo XVII, en Inglaterra, siendo exclusivo para los hombres de la aristocracia de aquella época”, detalla la especialista internacional en moda, Zoila Castro.
Tal fue el impacto del conjunto que los reyes de Inglaterra ordenaron que sea parte del uniforme de la milicia y así, poco a poco, el uso del terno se extendió por todo el mundo.
“Su característica principal es que no puede usarse por separado, todo es un conjunto hecho bajo un corte recto y sectorial. El material usado para confeccionarse es lana, algodón y lino”, agrega la experta.
Para conocer más del terno, Cocktail buscó a Yorgo Stratouris, uno de los diseñadores de moda masculina más exclusivos del país, quien afirma que este juego de prendas es básico para todo tipo de hombre.
“Es una prenda necesaria para todos los hombres debido a la elegancia que transmite. Lo esencial es que sea en tonos azules y/o negro, colores que se prestan para cualquier ocasión”, afirma Stratouris quien realiza diversas prendas de vestir para el hombre de hoy de manera artesanal, simplemente a mano.
Él tiene razón. Ponerse un terno es sentirse guapo, atraer miradas, pero sobre todo encontrar la sofisticación al combinarlo con los accesorios justos y necesarios. Entre ellas, las corbatas y camisas son piezas infaltables.
Yorgo, quien llegó al Perú en 2013 desde Grecia, recomienda que el pantalón del traje llegue hasta la parte superior de los zapatos y que no quede suelto. Mientras que el saco, solo debe ir abotonado con el botón superior; el inferior siempre va suelto.
Por otro lado, muchos confunden al saco con el blazer. Son muy parecidos, incluso podríamos decir que son primos hermanos, pero con grandes diferencias que pueden pasar desapercibidas.
“Tiene más movimiento. El blazer no es tan rígido como el saco y eso se debe a las telas con las que se confecciona. A ello, se le suma que puede llevarse en una vestimenta informal”, cuenta la especialista internacional.
Algo que el diseñador avala pues, indica que esta prenda es más “libre” por la autonomía que tiene el sastre para elaborarlo y así, combinar con unos pantalones de lino, de jeans, de vaquero o el que desees dándote un look divertido y elegante a la vez.
“El éxito (de la ropa) es que te guste lo que estás llevando puesto”, una frase con la que el Yorgo nos despide de su atelier ubicado en Miraflores, un íntimo espacio del buen vestir donde se respira elegancia, buena vibra, y la complicidad necesaria para una atención de primera.
Texto: Kenyi Coba // Fotos: Joaquín Cruzado