En una entrevista con la revista Cocktail, «Linda Valenzuela Prince» nos cuenta los pormenores del recorrido que tuvo que pasar para llegar a portar la banda de Perú en este concurso internacional.

Foto: Santiago Rodriguez

El desasosiego de vivir en una sociedad conservadora y poco tolerante marca a toda una comunidad que busca visualizarse frente a los demás. «Linda Valenzuela», la candidata peruana del «Miss Gay El Concurso», conversó con la Revista Cocktail y brindó detalles de todo lo que tuvo y tiene que vivir desde que se declaró abiertamente una persona transgénero – no binaria.

Nació en el Callao, pero pasó parte de su niñez en Chiclayo junto a su familia materna. Años después, se vino a Lima para residir en el distrito de San Juan de Lurigancho. Su infancia y adolescencia fue muy tranquila. Asimismo, el fuerte lazo familiar que caracterizaba a su hogar siempre se mantuvo intacto.

Foto: Santiago Rodriguez

A los 18 años, su mayor deseo fue confesarle a su familia cómo se sentía respecto a su identidad sexual y lo logró. Los cambios físicos que vivió en su pubertad le comenzaron a abrumar. No sabía cómo referirse a sí mismo, había momentos que le incomodaba que la hablaran en masculino como también en femenino. «Poco a poco me di cuenta que quería que la referencia hacia mí sea más neutra. No es fácil decir: “quiero ser una persona no binaria o trans”. Tú lo vas descubriendo de acuerdo a las experiencias que tienes en la vida», revela.

Al anunciar su proceso de cambio, sus hermanos lo tomaron bien, pero su madre fue la más afectada con la noticia. En su etapa de escolar, no sufrió bullying por parte de sus compañeros. «Siempre busqué defender a las personas que eran discriminadas por ser gay en el colegio. Fui un alumno, responsable y aplicado», acotó.

Foto: Santiago Rodriguez

En toda esta transición de su búsqueda personal, descubrió la existencia de una comunidad de personas no binarias. Desde ese entonces, confiesa sentirse una persona más segura y conforme consigo misma; sin embargo, no todo estuvo lleno de cosas buenas. Presenció y vivió en carne propia la violencia hacia la comunidad trans. Caminar por las calles de Lima es, sin duda, uno de los momentos que más lo vulnera. La incertidumbre de no saber si va a regresar a su casa es un pensamiento con el que se enfrenta día a día.

Su ingreso al mundo de las pasarelas inició en el 2018, cuando aún se desempeñaba como Drag Queen. El primer certamen donde participó fue el Miss Legendaris Internacional, en el cual representó a Puerto Rico, quedando como segunda finalista. De esta manera, «Linda Valenzuela Prince», nombre que adoptó en admiración a la supermodelo canadiense Linda Evangelista, se convirtió en la primera peruana en participar en concursos de belleza gay en Perú.

Foto: Santiago Rodriguez

Las malas y buenas experiencias le han formado como persona. Cada vez que pisa el escenario su cuerpo se embarga de satisfacción. Dejar de ser la espectadora para convertirse en la protagonista le llena de orgullo. Actualmente, se encuentra participando en el certamen Miss Gay El Concurso, donde con mucho anhelo busca ser la dueña de esa corona. Asimismo, a través de esta plataforma, «Linda» busca ayudar a todos los miembros de su comunidad, a mujeres migrantes y niños. «Me considero una persona activista. Hace seis años vengo realizando labores sociales en mi país», resalta.

Foto: Santiago Rodriguez

Se encuentra estudiando la carrera de Aviación Comercial y tiene varios proyectos ligados a esta profesión que tanto le apasiona. Sueña con convertirse en la primera persona trans aeromoza en el Perú y, también, tener su propia agencia de viajes, en la cual su comunidad se sienta representada. «Ellos significan lucha. Ser una persona no binaria requiere de fortaleza en uno mismo. Día a día exigimos que se nos respete el derecho a tener una identidad, educación, inserción laboral y libertad», añade.

Sin más que contarnos, cierra esta entrevista con un último mensaje para todos aquellos que aún no salen del tan famoso «closet». «No están solos. Siempre tendrán a una comunidad que los va a respaldar. Si necesitan un apoyo o consejo me tienen a mí. Que esto que están viviendo sea una etapa de fortaleza, autodescubrimiento, aceptación y lucha. No hay que tener miedo al qué dirán. Existen todas las herramientas para poder estar tranquilos y no ser una cifra más de personas que necesiten suicidarse para poder ser libres», concluye.

Escribe: Valeria Ortega (@valuzort)

Fotografía: Santiago Rodriguez