Con la misión de reformar la esencia del arte, Dadá se identifica como un espacio fuera de serie que trae propuestas extraordinarias en coctelería y gastronomía. Una experiencia ideal para quienes apuestan por fusionar los placeres de la vida. 

Todo tipo de expresión artística es bienvenida. Desde inicios del año 2021, este establecimiento ha ido cambiando a pasos agigantados. Estrenaron un nuevo local en la Avenida Grau de Barranco, aprovecharon las oportunidades y pasaron  del concepto de bar nocturno a un restaurante que abre sus puertas al rubro gastronómico. Debían desafiar lo convencional y promover ideas irrepetibles para sus comensales

Basados en una corriente que rompió los esquemas creativos hace más de cien años, el bistrot es arquitectónicamente peculiar. Se han inspirado en diversas características que realzan la naturaleza de este movimiento para dividirlo en zonas como «Marte», «Venus», «Preludio», «Voltaire», «Aló Dadá» o «Mirador». También cuentan con presentaciones de baile en vivo y  una galería que permite apreciar el trabajo de los artistas e, incluso, la oportunidad de adquirir las piezas. 

Decidieron abrazar la pluralidad: pastas, criollo, fusiones y más. Es una cuestión de diversidad, pero eso no significa que sea complicado. «La logística se maneja bastante bien y el objetivo trazado es que, a partir de ahora, se vaya modificando por temporadas. Desde que abrimos este nuevo local el 15 de mayo, esta es la primera vez que cambiamos la carta», asegura el jefe de cocina, Augusto Lopez. 

Ahora están enfocados en una línea veraniega, especialmente de mariscos. Lo que buscan es que las personas lleguen durante el día y disfruten el bagaje de platos de fondo. Me tomo la licencia de recomendar el «Crispy Rice Tartar» como entrada (tartar de río, arroz shari furai, palta al carbón, cushuro y salsa pasión oriental). Si además de las fusiones japonesas te gusta ir por un lado italiano, puedes acompañarlo con una pizza de «Conchas a la Parmesa». 

En cuanto a cócteles de autor, se encuentran trabajando en una carta en compañía de los baristas Henry Limo y Luis Alza. «Deconstrucción» es la novedad en Dadá, el arte de revertir un cóctel clásico, rechazar lo tradicional y lograr una nueva presentación de sabores desconocidos que nacen a partir de este descubrimiento. Está compuesta por nueve bebidas. A fin de que vayan acorde con la temática del restobar, cada una tiene un nombre de alguna obra o pintor famoso. 

Empecemos por los aperitivos, ideales para un comienzo plagado de sensaciones. «Pietá es un Corpse Reviver que mezcla cítricos y lleva el detalle del rostro de Dalí, un cóctel que realza la esencia artística», comenta Luis Alza. Este trae consigo Pisco Tabernero, Vermouth bianco, tomillo, romero, naranja agria y sambuca que le da un final anisado. Otras opciones deslumbrantes al paladar son «Avignon» (Gin, Vermouth, frambuesas, arándanos, jamaica, Sirope, limón rugoso) y «Browne» (Mezcal, Vermouth, matacuy, bitter). 

También hay opciones de bebidas largas como un «Long Island», de mis favoritos. Este cóctel lleva ginebra, Vodka, Tequila, Ron y licor de naranja. Sin embargo, el toque indispensable lo trae la Coca Cola, además de la canela y el clavo que resultan increíbles en nariz para luego disfrutarse en boca. El infaltable «Mojito» a base de Ron blanco o un «Bailly» con Vodka, Luxardo Maraschino, sandía y lavanda; son alternativas ideales para acompañar el plato bandera: «Langostinos Siu Kao». 

El chef principal menciona que es el favorito en esta temporada, especialmente los viernes y sábados, días en que los clientes más frecuentan Dadá. El equipo de Cocktail aprovechó la reunión de fin de año para acudir a este centro gastronómico de explosión artística y deleitarse con las recomendaciones de la casa. ¿Qué esperas para liberar tu espíritu dadaísta este verano? 

Escribe: Valeria Burga (@valeria.burga26)