Luego de más de 150 años de experiencia en la elaboración de cavas y vinos en el Viejo Mundo, Bodegas Pinord llega al Perú con su portafolio completo. Esta firma vio que nuestro país es un destino sumamente atractivo para crecer internacionalmente. Según Josep Tetas, IV generación de la familia Tetas, fundadores de la bodega, existen varios factores por los que los empresarios del sector ven las tierras incas como un destino casi obligatorio.

Adicionalmente a ello, surge el boom de los negocios especializados. No exageramos al afirmar que todos los barrios de Lima cuentan con una licorería. Para hacerle frente a esta demanda, Bodegas Pinord ha creado una alianza comercial con la empresa R3 Investment SAC (www.r3-investment.com), de capitales peruanos que cuentan con vasta experiencia en distribución, penetración de mercado y manejo de marcas. Por ello, Josep anda entre España y Lima.

Actualmente, dos generaciones trabajan conjuntamente en Pinord. La bodega, que se erigió en su actual ubicación junto a la estación de ferrocarril de Vilafranca del Penedés, muy pronto destacó por la gran calidad de sus graneles que expedía a media España e, incluso, contaba con una tubería propia que cruzaba bajo las vías para permitir el llenado de cubas en los trenes. En los alrededores de dicha localidad se encuentran los viñedos, los cuales se han incrementado en el transcurso del tiempo.

Poco a poco y, a partir de 1942, los primeros vinos empezaron a ganar nombre y prestigio. Año tras año, generación tras generación, los viñedos familiares han ido creciendo; las variedades autóctonas han evolucionado sensiblemente y el nombre de la familia se ha ligado al vino del Penedés de una forma inseparable. En estos momentos, Pinord cuenta con instalaciones capaces de elaborar más de cinco millones de botellas al año, pero siempre conservando el sello de producción familiar. En la década de los 90, inició una nueva fase de expansión cuando decidieron crecer más allá del Penedés natal y desembarcar en Mas Blanc, una propiedad del Priorat.

Esta finca dedicó años de trabajo construyendo bancales y terrazas, plantando variedades autóctonas e importadas; y levantando una modélica bodega de nueva planta, en la que la ecología es el valor, calidad, prioridad. El catálogo vuelve a ampliarse, los mercados internacionales continúan creciendo, y Pinord entra en el siglo XXI convertido en un grupo de implantación global. En la actualidad, está presente en  45 países cubriendo los cinco continentes. A los vinos de aguja de los años 40, se han añadido reservas y grandes reservas, vinos tranquilos, varietales, cavas, bodegas propias en el Priorat y Ribera del Duero. A estas se le añaden marcas propias con cultivos y elaboración controlada en la Rioja, Rías Baixas, Terra Alta, Rueda y Navarra.

El crecimiento de la demanda por parte de los consumidores, los importantes premios, las altas distinciones y sobresalientes calificaciones de las últimas décadas; avalan la calidad de los vinos Pinord en todo el mundo. Recientemente y, coincidiendo con la llegada de la bodega a la última generación de la familia, la misma filosofía ha dado dos pasos más: la aplicación de las técnicas de la biodinámica que ha convertido Mas Blanc en la primera finca certificada por Demeter como biodinámica en España, y la reconversión de sus viñedos del Penedés en ecológicos.

Escribe: John Santa Cruz (@josancru)

Director General