Liderazgo y pasión. Esto resume la fórmula de Porsche para navegar con éxito los duros meses de pandemia que retaron su administración a todo nivel. La consigna fue, desde el primer día, cuidarse para seguir creando y no dejar de soñar. Oliver Blume, CEO de Porsche, explica que la flexibilidad del teletrabajo, el espíritu de su equipo y la apuesta innovadora por la electromovilidad han sido clave para cuidar de sus clientes internos y externos. 

En un principio, fue crucial definir el rumbo de sus operaciones para seguir avanzando sin sacrificar los proyectos en marcha ni la calidad de los mismos. Gracias a su ágil respuesta, el equipo de Porsche continuó sus actividades administrativas desde casa apenas inició la cuarentena. En su cadena de producción, por otro lado, se mantuvieron algunos trabajadores con las precauciones del caso. También utilizaron sus plantas para proveer equipos de protección a sus colaboradores.

Todo parecía marchar bien para el gigante automovilístico en los primeros meses del año, pues mantuvo su liderazgo en el rubro pese a la cuarentena. Mas ni el buen ánimo ni el arduo trabajo evitaron que la crisis a su alrededor los afecte. El embate más duro llegó cuando fue imposible abastecerse con autopartes, por lo que la producción se paralizó durante seis semanas. Blume comenta que, entonces, hubo que adaptarse a las circunstancias, pero con mente positiva y la mirada siempre fija en el retorno. 

Para Porsche, la crisis supuso desde el principio una oportunidad para innovar desde el mundo digital. Actualmente sus reuniones son virtuales y la inmediatez es parte del trabajo diario gracias al click. Pero esta vez la transición a la esfera digital alcanzó a sus lujosos deportivos. Así, los nuevos Porsche 911 en sus versiones Targa y Turbo S fueron develados desde el mundo virtual hacia la retina de los clientes en un lanzamiento que destacó por su autenticidad, capacidad informativa e innovación. La recepción del producto, además, no decepcionó. 

La compañía continúa explorando la sostenibilidad en diversos ámbitos. Taycan, su primer deportivo eléctrico, es producto de un intenso trabajo técnico que conjugó lo último en innovación automovilística y la inigualable experiencia sobre ruedas que ofrece Porsche. Además, tanto la sostenibilidad económica como la social resultan insoslayables durante estos meses. La suma de esfuerzos para mantener los números en verde y acompañar a quienes precisaban ayuda se hizo patente desde un comienzo.

Para Blume, lo único que se ha perdido es el contacto humano. Esa emoción de celebrar los nuevos lanzamientos en vivo y compartir con quienes le dan a la compañía su razón de ser: los clientes. Mientras ingresamos a una nueva etapa de la pandemia, la familia de Porsche se apoya en las herramientas que facilitan el encuentro para intercambiar grandes ideas y la buena energía de siempre. Al final, se trata de mantener lo esencial, aún en tiempos de crisis.