Las fiestas de fin de año saben a burbujas y más burbujas. Y esto lo lee muy bien la gente de Freixenet, quienes ya nos tienen acostumbrados a lanzar al mercado una edición especial de su Cordón Negro, pero esta ves rotulado con el nombre de Stripes, cada diciembre (ojo, cuando la añada lo amerita; es decir, si lo ves en un anaquel pues cómpralo si o si). Esta cava es elaborada por un coupage con las tres variedades tradicionales del Penedés: Xarel-lo, Macabeo y Parellada. Ya si la catamos, podríamos decir que es un cava muy frutada. En vista tiene un color amarillo pálido con tonos verdosos, algo brillante. Ya en nariz, nos regala aromas finos y delicados, predominando los tonos de fruta verde, fondos cítricos y de hiervas frescas, y ligeros matices de fruta tropical madura. Esto se da por la doble fermentación, lo que genera estos matices en nariz muy deliciosos, nada invasivos y que se presta para jugar con la copa y olerlos de forma adictiva.
Finalmente, cuando la llevamos a la boca, nos da una frescura única, que tiene una elegancia que nos hace pensar en una buena compra (y lo es). En cuanto a su producción, la primera fermentación se realiza en depósitos de acero inoxidable a temperatura controlada entre 14 y 16°C. En dichos depósitos se realiza la siembra de levaduras propias y se inicia la primera fermentación. Una vez finalizada esta etapa, el vino base está preparado para el coupage y posterior embotellado, donde efectuará la segunda fermentación en botella. La segunda fermentación se realiza entre los 12 y 18 meses. Si piensas maridar este vino, te recomendamos quizás con tablas de quesos, todo tipo de carnes, tapas de salmón y atún ahumado, paella, pastas y pescado a la plancha. Y como cereza, cabe mencionar que esta cava tiene premios: Plata en el International Wine Challenge (2019) UK, y Bronce en Decanter (2020). A disfrutarlo en estas fiestas.