Tras 15 años de haber fundado la Asociación Cultural D1, Vania Masías se atreve a explorar nuevas facetas. La bailarina y coreógrafa peruana de ballet y danza contemporánea apuesta por el proyecto EO Perú, una iniciativa que premia a los emprendedores peruanos.

Vania es como tú y como yo, una peruana que a causa de la pandemia, que nos ha azotado el último año, tuvo que reinventarse. Para ella es importante salir de la caja y apostar hacia lo mejor, así como las fusiones de baile. “¿Quién haría un hiphop con festejo? Nosotros lo hicimos y la rompimos. Simplemente tienes que ver las cosas desde otra perspectiva”, señala.

Este pensamiento la llevó a ingresar a la red de EO Perú, aunque nos confiesa que lo que realmente le jaló el ojo fue el concurso GSEA, una competencia global para estudiantes emprendedores. Para la bailarina, este tipo de iniciativas son lo que necesitamos en el Perú —un país creativo y lleno de luchadores— a pesar de que le haya decepcionado mil veces. Ella decide apostar por los jóvenes porque confía en ellos y ve la oportunidad de combatir el desempleo hombro a hombro. “Los procesos creativos son dolorosos, pero siempre sale algo si te comprometes con una mirada de 360 grados”, añade. Por eso es que la plataforma EO llegó para quedarse. Desde el año 2018 ha cosechado éxitos en la búsqueda
de negocios y ahora son más de 13 mil emprendedores en la plataforma que nos muestran4 la oportunidad de hacer algo único.

Masías no se conforma. Constantemente se capacita sobre dónde se dictan cursos interesantes y observa las nuevas tendencias del desarrollo social, rubro al que ella se dedica. No basta con impulsar a los jóvenes emprendedores: su objetivo es ganar la copa mundial de la mano de Javier Barrea, el creador del proyecto ganador. Pero, se preguntarán: ¿Cómo se escogió el emprendimiento ideal que nos va a representar en el mundo? Vania se toma su tiempo y nos contesta. En primer lugar, hay que ajustarse a ciertos requisitos. Se necesita ser estudiante o haber culminado la carrera universitaria en los últimos seis meses. También, haber facturado mínimo 500 dólares en su negocio. Se mide el liderazgo, resiliencia y habilidad de adaptarse a los cambios.

EO ubicó distintos centros educativos y dentro de ellos hizo una convocatoria a través de las autoridades que difundieron la información. Crearon una plataforma gracias a auspiciadores como Claro para que quienes cumplían con los requerimientos compartieran sus ideas. De treinta quedaron diez. Finalmente, la mejor iniciativa fue Luteach, un proyecto de clases particulares online para cursos de universidad. “Lo vimos como una posibilidad de escalar y Javier Barrea demostró su capacidad de líder, de pararse en Washington y competir por un trofeo a nivel de emprendimiento”, agrega. Sin embargo, ella no puede olvidar otros proyectos que la impresionaron como Kinesika, un aplicativo para sordomudos o Galia Charger, un cargador en base a energía cinética; que ahora forman parte de su círculo. “Las oportunidades que se abren a estos jóvenes son infinitas. Lo más importante para los participantes no termina siendo el dinero, sino ver el crecimiento de su propio emprendimiento”, menciona.

Luego de contarnos a detalle lo que fue este innovador concurso, la fundadora de D1 recuerda con nostalgia cómo nació la idea de impulsar la danza. Un grupo de jóvenes bailando frente a un semáforo en las calles era considerado un problema, pero en realidad era una oportunidad de hacer algo distinto. De eso parte el desarrollo de un programa, un movimiento que hoy en día es una asociación cultural que cumple los sueños de miles de personas. Vania no imaginó eso, ella solo vio líderes. Pese a ello, para el 2021 la ve difícil. Siente que habrá muchas caídas al ser un año lleno de incertidumbre en todo aspecto, pero hay que encontrar la luz en el túnel. La bailarina supo sobrevivir a la pandemia porque cree en ella misma y en los jóvenes que encuentra. Se emociona al mencionar a quienes se formaron en D1 y ahora son grandes. Gracias a los resultados que obtuvo en su compañía, decide depositar todas sus esperanzas en este nuevo proyecto que desarrolla en EO Perú. “Este recién ha sido el primer año, así que agárrense porque es una oportunidad muy grande para poner a Perú en el mapa. Es la oportunidad de luchar por el país que nos merecemos”, fueron sus últimas palabras.

Escribe: Valeria Burga (@valeburga_26)