La riqueza marina del Perú se ha hecho conocida en todo el globo gracias al ceviche, el platillo de verano ideal para todos los paladares. Junto a Cocktail, descubre tres de las adaptaciones más populares de nuestro plato bandera.
Aunque la base de la preparación sigue siendo el pescado y el limón, algunos de los ingredientes complementarios son reemplazados por otros productos locales. De esta manera, el ceviche se convierte en una propuesta camaleónica que se adecúa a los peculiares gustos de cada territorio.
Empecemos por uno de nuestros vecinos sudamericanos: Ecuador. En este país existe una versión con pescado, pero la más conocida es con camarones cultivados en agua salada. Este fruto del mar es una importante fuente de vitaminas, minerales y omega 3 sin grasas o carbohidratos. Es así que se vuelve una excelente alternativa, incluso para quienes se ciñen a dietas estrictas.
Para su preparación, los camarones deben pasar 5 minutos en agua hirviente y luego ser colocados en un recipiente con hielo o agua fría para interrumpir la cocción. Mientras se enfrían, se puede avanzar cortando la cebolla en juliana, picando el tomate en cuadritos y cortando finamente un poco de culantro. Al terminar, lo vaciamos en un bowl y sumamos a estos ingredientes un par de cucharadas de salsa de tomate y otras dos de aceite. A esto le añadimos los mariscos pelados y jugo de limón, mezclamos bien y dejamos reposar por unos minutos. Finalmente, le podemos agregar patacones o chifles para terminar de darle el toque ecuatoriano al platillo.
Si nos vamos al norte del continente americano, nos topamos con el ceviche mexicano. En esencia, su composición es similar a la peruana, pero con ligeras modificaciones. En cuanto al pescado, lo más tradicional es apostar por el filete de robalo o del típico huachinango. Luego de cortarlo, se debe dejarlo marinar unos minutos en jugo de limón y sal. Se agrega al mismo bowl cebolla y tomate en cuadritos, chile y cilantro en trocitos muy pequeños, y se sazona con sal, pimienta y orégano al gusto. Antes de probarlo, la mezcla se deja reposar durante dos horas en el refrigerador para que el pescado absorba todos los sabores.
Esta popular versión también se caracteriza por coronar el ceviche con un elemento representativo del lugar: la palta, también conocida como aguacate. Otra peculiaridad de esta propuesta son sus complementos, como las tostadas de maíz y las aceitunas verdes rellenas cortadas en rodajas. Pero lo que más asombro provoca es la posibilidad de rocearle ketchup o tabasco, una de las salsas más consumidas en México con casi todas las comidas. Sin duda, esto último es solo para los más atrevidos y los verdaderos amantes del picante.
Alejándonos aún más de las costas peruanas, nos vamos hasta Tahití, la isla más grande de la Polinesia Francesa. Allí, bajo el nombre de “Ota Ika”, que significa pescado crudo, se consume ceviche a cualquier hora del día. Por lo general, el protagonista en esta preparación es el atún blanco, pero también se pueden usar otros pescados, como el Mahi-Mahi, el salmón o incluso el mero.
Para hacer realidad este paradisiaco platillo hay que empezar por cortar el pescado en dados y picar tres vegetales: la cebolla en tiras, y el tomate y pepino en cuadritos. Después de tener todo listo, se mezclan estos ingredientes en un bowl junto con jugo de limón y leche de coco. Lo más típico del lugar es hacer este último insumo de manera artesanal prensando el coco rallado, pero si prefieres un camino más rápido y sencillo puedes comprarlo.
No cabe duda que el ceviche seguirá dando de qué hablar. Aunque se le sumen o resten algunos ingredientes, su esencia permanece y deja la bicolor en lo más alto de la gastronomía mundial.
Escribe: Lucía Mayandía (@lucia.mayandia01)