Tras la reactivación de algunas actividades turísticas, Cusco invita a todos los viajeros nacionales a redescubrir y conectarse nuevamente con sus rincones mágicos. La antigua capital del Imperio Incaico se ha convertido en uno de los destinos más representativos de todo Perú y Sudamérica gracias a que alberga una gran cantidad de sitios históricos, además de hermosas reservas naturales. En la actualidad, son incontables los hoteles que han reabierto sus puertas para albergar decenas de visitantes locales que buscan cautivarse por la incomparable belleza de la zona. 

Ubicado a tres cuadras del Centro Histórico de la ciudad de Cusco, JW Marriott El Convento Cusco deslumbra por su arquitectura acoplada a los cimientos coloniales del antiguo Convento de San Agustín del siglo XVI, el cual ha sido declarado patrimonio cultural del Gobierno Peruano. El hotel es ideal para los verdaderos amantes de la historia. Desde su restauración, en el convento se han encontrado restos de origen prehispánicos y coloniales, los cuales evidencian la riqueza cultural exhibida dentro del recinto. 

Tras el cierre de sus puertas en el mes de marzo, la administración decidió modificar el interior de sus instalaciones para otorgarle estilo y una personalidad inspirada en la reinterpretación de la innegable importancia y belleza del Imperio Inca. En este sentido, al ingresar al hotel, nos recibe una gran cantidad de cristales Swarovski, los cuales unidos forman la hermosa figura del Dios Inti. Esta misma deidad se encuentra reflejada en la cabecera de cada habitación del JW Marriott El Convento Cusco. Cabe resaltar que todos los espacios están adecuados a un sistema de oxigenación interno. Esto permite que los huéspedes se adapten de mejor manera a los 3,400 msnm de la ciudad. Asimismo, muchas de las instalaciones ubicadas en la planta inferior del hotel están situadas junto a un gran muro colonial que refleja la esencia y da vida al lugar. 

Al mando de Jonathan Campos, la cocina de Qispi deslumbra por su más reciente concepto ¨PachaMama ‘s Food¨, el cual nos presenta a la mesa elementos traídos directamente de la naturaleza y la Madre Tierra. Esta propuesta no solo está pensada para el paladar extranjero, los cuales ocupan la mayor demanda del local, sino también para el nacional. Por ello, la carta del restaurante estrena una fusión novoandina, la cual tiene como protagonista algunos insumos prehispánicos usados para revalorizarse y darle un nuevo protagonismo. Qispi es también conocido por los locales gracias al variado desayuno ¨buffet a la carta¨ que ofrecen. Actualmente, todas las órdenes de los comensales son llevadas a las mesas, pero en el mes de diciembre se reactivará de manera asistida. 

Además de ofrecer una estadía de primer nivel, JW Marriott El Convento Cusco complace a los huéspedes que buscan quedarse en el hotel con diversas actividades recreativas para una diversión asegurada. Por ahora, mantienen una parrilla de actividades de 8 tiempos, pero con el pasar de los meses se irán añadiendo más hasta llegar al cronograma original. 

Diversas antiguas propuestas se han adaptado a la nueva normalidad como es el caso de la famosa ¨Visita al mercado¨. Esta actividad está dirigida exclusivamente por el Chef Campos, quien guiará a quienes deseen aprender un poco más sobre los insumos autóctonos que son implementados dentro de la carta del restaurante Qispi. Esta visita al muy conocido mercado San Pedro, ha sido llevada a los interiores del hotel para mayor comodidad y seguridad de quienes deseen participar de ella. Sin duda alguna, la antigua capital del Imperio Inca da un paso adelante gracias a la reactivación del destino y se suma al apoyo económico de la región de la mano de los grandes grupos hoteleros como Marriot International. Una experiencia única de relajación y confort.