Si lo que buscas es relajarte bajo el sol y gozar de playas hermosas, Máncora es un destino fijo para tu siguiente aventura. No hay mejor opción que disfrutarlo en «Kichic», uno de los hoteles más exclusivos de la región.

Inspirado en técnicas típicas de la zona, el hotel turístico «Kichic» ofrece una verdadera experiencia estival. Desde clases de yoga, cocina, nado con tortugas y hasta cine privado frente al mar. Definitivamente, suena como un sueño. Además, cuentan con jardín, terraza, piscina al aire libre y espacios recreativos con una increíble vista al océano, y están ubicados a tan solo 50 metros de la playa Pocitas y a 400 de Vichayito. Asimismo, si quieres disfrutar de la agradable coctelería y gastronomía, el lujoso hospedaje ofrece un bar y un restaurante a la carta, donde usan insumos de primera calidad para conquistar los paladares de todos sus visitantes. 

Lo que hace sus instalaciones tan memorables es la estructura peculiar, la cual ha sido construida a base de piedra y barro, los mismos materiales que empleaban los antiguos moradores de la región para edificar sus casas y demás obras. El hotel fue fundado por Cristina Gallo, artista peruana y pionera en la zona, quien vio la oportunidad al contemplar las largas, pero desoladas playas de Máncora. Es así que decidió que era el lugar ideal para criar a sus cinco hijos y convertirlo en su hogar. Con mucho esfuerzo, empezaron a construir lo que hoy es considerado uno de los alojamientos más prestigiosos del norte peruano.

En su página oficial (www.kichic.com), detallan un poco más sobre por qué eligieron nombrarlo de esa singular manera. «KI proviene de la filosofía antigua japonesa. Representa energía, vitalidad y fuerza universal. CHIC es una expresión internacional que indica elegancia, estilo y clase. La combinación de los dos, define a la perfección nuestro resort y su espíritu».

Presentan nueve habitaciones, algunas con vista al mar y otras al jardín. Se dividen por «Barro», donde todas las paredes han sido construidas de este material, para el cual se usó la técnica local. Por otro lado, está «Piedra»; una estancia luminosa rodeada de un muro de piedra, donde podrán encontrar una maravillosa terraza privada. «Hualtaco» es un espacio de 70 m2, hecha a base de madera local y con todos los implementos a fin de gozar de una inolvidable velada.

Ideal para los amantes del arte se encuentra «Elefante». Haciendo honor a su nombre, luce un mural pintado a mano del grisáceo animal. «Ki» resguarda una vista frontal del océano y una ducha al exterior lista para regalarte nuevas vivencias. Por último, nos encontramos con la «Suite Himalaya», que es la única habitación del segundo piso, equipada con una cama Queen y diseñada para que nunca más quieras dejarla.

Si creíste que esto sería todo lo que puede ofrecerte, estás equivocado; ya que también brindan la «Casa Kichic», una modalidad que promete conectarte con la naturaleza, la playa y el cielo. Cuenta con capacidad para cinco personas, una cocina completamente equipada, aire acondicionado, dos cuartos con camas tamaño Queen, entre otros lujos. «La casa se encuentra dentro del Hotel Kichic, por lo que es posible utilizar la piscina y el resto de sus instalaciones. Puedes abrir una cuenta en el restaurante, tanto en el vegetariano como en el bar marino. Brindamos clases de yoga diariamente y el pago de las mismas es directamente con el instructor, además de que se te entregará un tapete de yoga sanitizado», comparten en su web.

«Kichic» es un espacio donde podrás encontrar conexión y descanso, un ambiente de paz rodeado de espacios verdes y la brisa del mar. Anímate a conocerlo, puesto que cada detalle ha sido pensado especialmente para ti. 

Escribe: Natalia Grey Barreto (@nataliagb123)