Extravagancia y elegancia. Estas son las características de «La Atelier», una marca que busca, a través de espléndidos vestidos, resaltar la belleza interior y física de sus clientas. Conversamos con Claudia Aguilar, la mente creativa detrás de los imponentes vestuarios.

Una obra de arte realizada con telas de diversas texturas y colores. Esto fue lo que vino a mi mente cuando pisé por primera vez «La Atelier», la firma que no solo busca que el vestido esté perfecto para esa ocasión especial, sino que también refleja la personalidad de la persona que lo porta. Escribir sobre ella sin mencionar a Claudia Aguilar es como analizar una grandiosa pintura sin saber quién fue el pintor.

La historia como diseñadora comenzó desde que era niña. Con la ayuda de su mamá aprendió a dar sus primeros pasos. «Ella me enseñó cómo coser y bordar. Me ayudaba a modificar los trajes de mis muñecas», confiesa. La pasión por realizar su propia ropa la llevó a ingresar a un taller en el colegio, donde pudo afinar sus habilidades. Al terminar la etapa escolar tuvo que elegir qué carrera estudiar. No había duda de que tenía que ser una profesión ligada al arte. Es por ello que decidió irse por el rubro que, hasta el día de hoy, le hace brillar los ojos: el diseño de modas.

En esta faceta, Claudia entendió que para ejercer dicha profesión no bastaba con saber dibujar, sino también aprender sobre los colores, las combinaciones y las texturas de las telas. Pasó el tiempo y decidió enfocarse en el sector de producción. Cuando presenció, como amor a primera vista, la forma en la que confeccionaban vestidos en un atelier; estuvo convencida por completo. Este suceso, sumado a la ocasión en la que elaboró un vestido para su mejor amiga, la llevaron a crear un sello propio.

«La Atelier» se estableció de un día para otro. Tras recibir la ayuda de su mamá y amigas, logró tener el branding que siempre quiso con unos bellos tulipanes. Así fue como, en marzo de 2018, el taller abrió sus puertas para hacer realidad los vestidos soñados para fiestas de promoción, casamientos, entre otros. La primera colaboración la realizó junto a su amiga e influencer Alessandra Mazzini. Esa colección evidenció el nacimiento de una nueva marca que impresiona con sus glamurosos detalles. 

Al preguntarle sobre el estilo que emplea, es clara y directa. «Sobrio y elegante con un toque de extravagancia», dice. Esto se demuestra en los tipos de tela que pude presenciar cuando visité el lugar. El uso de la organza genera transparencias delicadas y románticas. Además, usa el encaje, la seda y los brillos para un estilo más atrevido. A estos se le sumará próximamente el suave terciopelo. Cabe resaltar que el concepto estructural se evidencia en sus vestidos. Para ella es importante que las prendas tengan una figura marcada. Por lo tanto, dentro de sus colecciones encontramos desde mangas gigantes, hasta faldas bastante ceñidas. Ella juega con la ambivalencia de los extremos.

Otro rasgo que define su marca son las asimetrías que otorgan una perspectiva única en los diseños, en especial en los que son del tipo versátil. El hecho de usar los peculiares desmontables ayuda a que los clientes puedan reutilizar las piezas. Esta característica se hizo presente en el proyecto que realizó junto a Francisca Aronsson, la cual estaba destinada a adolescentes de 15 años. El famoso enterizo rojo que tenía tres formas de vestir, resaltó entre los cinco vestidos de esta producción.

No podemos culminar sin antes comentar los atuendos de nuestra portada para la edición de abril, en la cual, Francisca es la estrella. «La Atelier» puso manos a la obra y confeccionó tres looks distintos. El uso del terciopelo y la capa asimétrica, hacen que el público conozca sobre el tipo de estilo que está presente. «Jugamos mucho con el tema sexy, pero sobrio. Además, es muy ‘alfombra roja’», manifiesta. No cabe duda de que esta colección cápsula dará de qué hablar dentro de esta gran industria, en la cual, Claudia se está abriendo paso.

Sus próximos proyectos traen consigo elegancia y diversión. Uno de ellos es una colaboración con una creadora de contenido y el otro es la tan esperada línea de vestidos de novia. El hecho de llegar tan lejos es una clara demostración de que el mundo de la moda puede hacer tus sueños realidad si demuestras empeño, compromiso y, claramente, creatividad. No dudé en preguntarle si sintió miedo cuando se adentró a este gran capítulo de su vida. Ella me contestó que siempre lo tiene, sin embargo, esto no es suficiente para detenerla. Te recomendamos pasar por «La Atelier». Te aseguro de que las piezas deslumbran por si solas.

Escribe: Andrea Palus (@andrepalus)

Fotografía: Milene Saravia (@andre.milene)