El pasado 17 de abril se celebró el Día del Malbec, y hoy, La Embajada de Argentina lo celebrará a lo grande con una elegante cata de vinos. (Calle Las Flores 326, San Isidro)

Igual que cada año, se invita a todos los importadores de vinos argentinos a participar en esta tradicional cata de vinos. En esta ocasión, participaran importadores de vino conocidos en todo el país como Best Brands, LC Group, G.W. Yichang, Mistrosanti, Perufarma, Tyron Export Import, Xtreme Blue, Romoviy y Vinos de Culto además de contar con los famosos dulces de Arco del Perú y un fantástico acompañamiento músical para amenizar la velada de la cepa insignia de argentina.
En la celebración se contará con la presencia de los principales actores en el mundo del vino, entre ellos, distribuidores representantes de restaurantes y hoteles, escuelas de Sommelier, cuerpo diplomático, entre otros. Con esto se constituirá un gran marco para la degustación y disfrute de los mejores vinos del Malbec argentino.

Como nuestra cepa emblemática, el Malbec se ha impuesto como el paradigma del vino argentino. Esto quiere decir que gracias a este, se ha podido iniciar una nueva aventura de descubrimiento del potencial de la industria vitivinícola. Su origen puede ser rastreado desde Francia, de donde fue traído a Argentina en 1853 por Michel Aimé Pouget (1821-1875), ingeniero agrónomo contratado por el entonces presidente Domingo Faustino Sarmiento par ejecutar la Quinta Agronómica de Mendoza.
Ese mismo año, el 19 de abril, apoyado por el gobernador Mendoza, Pedro Pascual Segura, dio a conocer el proyecto frente a la Legislatura Provincial, con el propósito de fundar una Quinta Normal y una Escuela de Agricultura. El proyecto fue aprobado sin problemas por la Cámara de Representantes el 6 de setiembre de 1853.

Ya a fines del siglo XIX y de la mano de los inmigrantes italianos y franceses, la vitivinicultura había crecido de forma exponencial. Gracia a esto el Malbec se adaptó con facilidad a los diferente y variados terrenos de la geografía argentina. Donde no solo floreció, sino que se desarrollo mejor que en su región de origen, Francia. De esta manera, con el paso del tiempo y mucho esfuerzo, se dio origen a la uva que sería la insignia del país.