Luego de recorrer el mundo sin rumbo fijo, la bloguera, Andrea Martens, nos presenta a detalle lo que fue su estancia en África; el viaje que le cambió la vida.
En diciembre de 2015, Andrea Martens, mejor conocida como «Mowgli», decidió dejar su trabajo, tomar sus maletas e irse durante una breve temporada a África; el lugar con el que había soñado desde tiempos inmemorables. El nuevo ambiente, las personas que conoció en la ruta y las ganas de vivir; le abrieron los ojos a una oportunidad que nunca había planteado: viajar indefinidamente. Se aventuró en un camino sin descanso, sin una ruta marcada. Conoció los paisajes con los que siempre soñó y vivió experiencias que jamás hubiera imaginado.
Ahora, 7 años después, Andrea nos abre las puertas de sus recuerdos. Lo que comenzó con una travesía de dos meses, luego pasó a ser cuatro; hasta que ya no había retorno fijo. Rememorando la experiencia que lo inició todo y dejando sonrisas por doquier, «Mowgli» se ve a ella misma rodeada de las interminables tierras y bajo el vasto cielo del continente africano. Nos cuenta sobre aquellos destinos que, aunque estén un poco separados entre sí, no te arrepentirás de agregar a tu lista en caso estés planeando un viaje por «la cuna de la humanidad».
La aventura comenzó en Serengeti. «Es mi lugar favorito en todo el mundo, pues simboliza el cielo en la tierra», comenta emocionada. Con 30,000 km2, el área protegida se extiende por el norte de Tanzania, explicando así su nombre, ya que la traducción hace referencia a lo siguiente: «allí donde la tierra se prolonga eternamente». Uno puede disfrutar esto de primera mano en un viaje en globo aerostático. Sin embargo, a pesar de que la extensión de la tierra es de lo más sorprendente, no es el punto focal del ecosistema.
«Cuando llegué pensé que con suerte podría ver una cebra o algún otro animal, pero Serengueti se encargó de probar que estaba equivocada desde el primer día», escribió Martens en su blog de viaje. La sorpresa fue grande cuando se encontró con elefantes, jirafas, un majestuoso león e, incluso, estuvo en frente de una hiena durante una fogata a la mitad de las praderas. No obstante, la grandeza del lugar, asegurada por la variedad de especies, se ve amplificada con el cielo nocturno. Como nos menciona la bloguera, acampar bajo innumerables estrellas es una experiencia que no muchos tienen la oportunidad de vivir, pero que vale cada segundo de lo que dure la estancia.
Por otro lado, si buscas diversidad en un solo recorrido, Sudáfrica es la mejor apuesta. Los ecosistemas de esta región recorren, desde el mar caracterizado por un color turquesa envidiable, hasta montañas verdes o nevadas. Así como los paisajes presentan una importante diversidad, las actividades que ofrecen están de acuerdo a su nivel. Andrea señala que uno puede concentrarse en correr olas, disfrutar de la playa, ver pingüinos o tiburones y, al día siguiente, dirigirse hacia las montañas a fin de realizar un paseo de trekking y avistamiento de animales exóticos. No hay tiempo para descansar. Además, para los amantes del vino, Sudáfrica está dotada con cerca de 200.000 hectáreas de viñedos, haciendo de este un viaje ideal.
Según «Mowgli», en el tercer lugar dentro de la lista de lugares infaltables se encuentra Namibia. Ubicado al suroeste de África, este árido desierto es reconocido por la extensión de sus dunas y una fauna sorprendente. La población de guepardos que habita este país resulta colosal. Por el norte, el salar del Parque Nacional Etosha es conocido por atraer a rinocerontes y jirafas. «Todo es increíble. Se siente como si estuvieras en el espacio», asegura Martens. Además, en este lugar se puede gozar de la magnífica vista mientras practicas paracaidismo.
«Es una experiencia que le recomiendo a todos los que me siguen o consultan sobre viajes. No solo aprecias paisajes increíbles, sino que también abres los ojos hacia otras realidades», añade Mowgli mientras que, la sonrisa que la caracteriza, invade su rostro nuevamente. Impresionados por la pluralidad de África, nos despedimos de Andrea con una imagen más clara de lo que significa atravesar este continente. Las envidiables experiencias narradas con la pasión que solo un viajero puede evocar, nos llenan de una sensación de anhelo y permiten que soñemos con vivir algún día este recorrido inolvidable.
Escribe: Arianne Giralt