Estoy convencida de que los concursos de pisco son un espacio muy importante para los productores. Uno de los más importantes es el Concurso de Pisco que se organiza en Nasca, el cual realizará su versión XXI este año. He participado como juez desde hace más de diez años. Puedo decir que su organización es impecable y sumamente profesional.
Mosto verde Italia Las Once de Azpitia (S/ 95)

Giovanni Ormaeche es una de las personas más enamoradas del pisco que he conocido en estos años. Lo acompaña la encantadora Susana Huapaya, hermana de su esposa. Empezaron con un pequeño alambique en un espacio provisional. Actualmente, ya cuentan con su propia bodega «Piedra Molino» ubicada en Azpitia. Este mosto verde tiene aromas que recuerdan a almíbar, uva italia, pasa rubia y lima. Al girar la copa se perciben aromas cítricos como hierbaluisa y lima. En boca tiene un ingreso dulce, redondo, aterciopelado y se sienten encantadores toques de uva italia, lima y toronja. Este es un pisco para tomar gota a gota.
Quebranta Torrentera (S/ 160)

Rita Romero se enamoró de nuestro destilado en el primer sorbo y, desde entonces, supo que llegaría el momento de elaborar su propio pisco de excelente calidad. Su equipo de trabajo está conformado únicamente por mujeres incluyendo a sus hijas. Lucía Conde, conocida ingeniera y maestra destiladora, se hace cargo de la elaboración; aunque Rita participa de manera muy activa en cada paso. Torrentera tiene una línea de piscos puros con cinco años de reposo de quebranta, italia, moscatel y torontel, así como un acholado. En todos los casos, la calidad sobrepasa las expectativas. Este quebranta presenta deliciosos aromas que recuerdan a plátanos de seda y de la isla, manzana, miel, manjar blanco, durazno, pecana, pasas negras y chocolate. En boca el ingreso es dulce con sabor a miel, manzana, durazno y chocolate bíter. La persistencia es larga. Un pisco para suspirar.
Quebranta Monte Carmelo (S/ 40)

La bodega se ubica a la entrada de la ciudad de Ica, dentro del precioso y bien dispuesto hotel hacienda El Carmelo, que levantó Manuel Bernales Uribe. Gracias a la dedicada labor de su venerable fundador, quien se encargó de recuperar y coleccionar cientos de vestigios de Ica colonial y republicana, este recinto conserva los rasgos característicos de las antiguas bodegas iqueñas y de la elaboración tradicional del pisco. Asimismo, forma parte de la Ruta del Pisco desarrollada por el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo. La línea se llama Monte Carmelo y está conformada por puros de las uvas quebranta, moscatel, italia, y un acholado. Este pisco tiene marcados aromas y sabores a plátano de seda, plátano de la isla, manzana roja, melocotón y pasas negras. Es ideal para preparar un pisco sour de lujo.
Uvina Domingo Reyes (S/ 40)

Con más de cien años de tradición, la hermosa Viña Los Reyes de los hermanos Alvarado es un emblema de Lunahuaná, totalmente preparada para el enoturismo. Se encuentra en el kilómetro 41,5 de la carretera Yauyos. Siempre ha mantenido el encanto rústico de las antiguas bodegas de la zona. Su personal está capacitado para mostrar el proceso de elaboración del pisco con propiedad y guiar a los visitantes en la degustación de toda su línea de vinos y piscos. Juan Carlos Alvarado y su bella esposa, Angie Castro, comandan la bodega y la comercialización de los productos. Además de piscos, elaboran vinos secos de interesante perfil con uvas quebranta, moscatel y un Cabernet Sauvignon que ya ha ganado medallas en concursos internacionales. Esta uvina tiene aromas y sabores que recuerdan a manzana, plátano, miel, mermelada de frutilla y aceituna verde. Prepárese un capitán con esta joya y dedíquese a disfrutar al máximo.
Moscatel Toro muerto (S/ 55)

Cada vez que voy a Majes, no puedo dejar de visitar los viñedos y la bodega Toro Muerto. Karina y Enrique Luque son anfitriones de lujo. Realmente, tanto ellos como sus piscos, se merecen una gran medalla de oro. La energía que se siente al recorrer los viñedos es mágica y permite entender por qué sus piscos son tan especiales. Este moscatel posee elegantes aromas a rosas, geranios y azahar. También se sienten frutas como durazno y manzana, al igual que vainilla, miel y un toque de hierba fresca. En boca el ingreso es dulce y se siente un ligero picor típico de esta uva. Se pueden disfrutar toques a agua de rosas, melocotón y vainilla. Además, tiene una larga persistencia. Es un pisco para tomar y echárselo encima.
Negra criolla Chirinos (S/ 40)

Esta bodega, que data del año 1722, había llamado mi atención en las caminatas que realizaba desde la Posada Picardo hasta la capilla El Santuario del Huarango; sin embargo, como siempre pasaba temprano y con un programa completo para el viaje, nunca tuve la oportunidad de entrar. Esta vez, decidí anotar el teléfono y llamar para preguntar si se podía visitar. Qué sorpresa encontrar un restaurante con una preciosa vista a los viñedos y al valle; y deliciosa comida de la zona, donde la estrella es el camarón. Gianni Chirinos se acercó a saludarme y a mostrarme su línea de piscos, de los cuales, este me encantó especialmente por sus agradables aromas y sabores. Majes es, sin lugar a dudas, un valle pisquero y cuna de destilados memorables.