Volvo continúa apostando por una nueva era automotriz. Conoce más de la marca sueca y su constante ánimo de innovación para preservar el lujo que la caracteriza, combinado con seguridad y cuidado medioambiental.
Desde la década de 1970, Volvo comenzó a experimentar con la propulsión eléctrica. Tras años de trabajo, en 2010 logró desplegar una primera flota de prueba de vehículos eléctricos, y en 2012 lanzó al mercado uno de los primeros híbridos enchufables. Siguiendo su trayectoria de investigación y desarrollo, en 2017, los fabricantes de coches se comprometieron a electrificar el 100% de su amplia gama de vehículos de forma progresiva.

Hace dos años, todos sus autos estuvieron disponibles en su versión híbrida, basada en la tecnología Twin Engine. Con baterías de iones de litio, ofrece al conductor una experiencia flexible que combina la potencia eléctrica y la eficiencia de un motor de gasolina en tres modos de manejo. En modo Pure, se utiliza solo la energía eléctrica y se eliminan las emisiones, mientras que en la opción Hybrid se combina el motor eléctrico y el de combustión interna para una mayor eficiencia. Finalmente, el modo Power también mezcla ambas fuentes de energía para permitir una conducción deportiva y de alto rendimiento.
También en 2019, introdujeron su propuesta de semi híbridos o híbridos ligeros. Estos vehículos permiten recuperar la energía de frenado y así cargar la batería de 48 voltios. Luego, con un generador de arranque integrado, esta potencia impulsa el motor de combustión. En conjunto, estas características brindan una conducción suave y con consumo eficiente que protege al planeta.

Después de presentar estas dos opciones, en 2020 Volvo dio el siguiente paso con los coches puramente eléctricos. Sin duda, la estrella de esta línea fue la XC40 Recharge, una SUV compacta de lujo con dos motores que ofrecen 408 caballos de vapor y 418 kilómetros de autonomía eléctrica. Además, la camioneta posee un sistema de carga rápida que permite al conductor obtener el 80% de energía en apenas 40 minutos para continuar con su travesía.
Para posicionar a Volvo como un referente en electrificación automotriz en América Latina, y propiciar la aceptación de los consumidores, los suecos invertirán en la instalación de puntos de recarga. Este 2021, planean colocar 100 de estos en el Perú, priorizando lugares de gran circulación, como supermercados y centros comerciales.

Durante el año, esperan vender 16.000 vehículos en Sudamérica, con un 60% electrificado. Solo en nuestro país, se estima alcanzar la cifra de 600 automóviles, y que el 21% sean híbridos. Ello manteniendo a la XC90 como líder del segmento, una SUV que requiere de un tiempo de carga de 3.5 horas y un consumo de 2.5 litros por cada 100 km de recorrido.
Dentro de cuatro años, la marca espera que el 50% de sus ventas sean de vehículos eléctricos, y el otro 50% de híbridos; pero allí no terminan las ambiciones de estos fabricantes automotrices. De acuerdo con el reporte “Why Electric Cars Can’t Come Fast Enough” de Boston Consulting Group, para 2026, los autos eléctricos representarán más de la mitad de los vehículos ligeros vendidos alrededor del mundo. Por ello, Volvo planea una conversión totalmente eléctrica en 2030; y, una década más tarde, esperan alcanzar una cadena de valor con cero efectos medioambientales.

Volvo está acelerando su transformación a ser una marca respetuosa con el ambiente, pero siempre manteniéndose a la vanguardia de la innovación tecnológica. Aunque sus propuestas reducen las emisiones y el consumo energético, estas no comprometen en lo absoluto la elegancia y potencia que siempre han caracterizado a su línea de autos de lujo.
Escribe: Lucía Mayandía Medina