El vermut es la bebida alcohólica que está dando la hora para quienes buscan un aperitivo entre la merienda y la cena. A continuación, conocerás mucho más sobre este cóctel clásico que busca el balance perfecto entre lo amargo, dulce y ácido y sus exquisitas variedades.
El acompañamiento ideal para calmar el paladar en medio de una reunión con amistades es el vermut. Esta es la placentera bebida que nace bajo la mezcla de alcohol, vino, agua, azúcar y plantas botánicas. Es aquella que ofrece una experiencia auténtica para el olfato de cualquier amante del vino. No obstante, antes de tener la popular «hora del vermut», es importante conocer cuál es su clasificación para tomar la mejor decisión al respecto.
Probablemente, quien se lleve el protagonismo a primera vista es el vermut rojo, o también conocido como «vermouth rosso». No hay duda que, por su gran tradicionalismo, se convierte en el favorito de muchos; en especial de los españoles que lo adaptan como parte de su rutina. La particularidad está en el dulzor de este trago, que logra el equilibrio necesario con una serie de especias. Hasta el momento, es el preferido para pasar un buen rato en los bares.
Si se habla de variedad, no se puede dejar de lado el vermut blanco, cuya procedencia es francesa y tiene un nivel mucho más azucarado en comparación del rojo, pero con un toque mucho menor de amargura. Este es considerado el hermano del vermú seco por su gran semejanza en cuanto a componentes. Sin embargo, la personalidad de este trago se la da su punto cítrico, el cual lo ha convertido en el más popular a nivel mundial en las licorerías.
En contraste, si uno está en busca de una bebida más suave para alegrar una celebración, la opción ideal es el vermut rosado: uno de los más ligeros que destaca por su delicadeza a pesar de ser de los menos conocidos. La frescura que ofrece este trago por su peculiaridad con las rosas florales lo convierte en una alternativa refrescante para el verano.
Finalmente, la carta presenta el vermut seco: el que resalta entre todos los anteriormente presentados por su alto nivel de amargura. Aunque en su preparación se emplee una cantidad considerable de azúcar, sus matices frutales logran un efecto diferente. Además de poder usarse como un ingrediente más en la cocina, esta distinguida bebida también sirve como base para la preparación de otros cócteles.
Esta es la moda del vermut que presenta un producto estrella en cuatro diferentes presentaciones que se ajustan al gusto de todos. En definitiva, ya sea en cualquiera de sus clases, esta bebida alcohólica garantiza una experiencia social sofisticada y, a la vez, promete no defraudar el paladar.
Escribe: Luisa Flores (@floresluisafernanda)