En el contexto más duro para la salud mundial, la tecnología ha demostrado ser una pieza fundamental y positiva para el día a día de las personas. Es gracias a ella, a través de la digitalización y la virtualidad, que el mundo laboral pudo seguir funcionando.

Pero estas ventajas fueron mucho más allá de las herramientas que nos ofrecieron para el trabajo o clases a distancia. La tecnología ha venido adaptándose a las nuevas necesidades, sobre todo en aquella que se convirtió en la primaria de todos los usuarios: la salud.

No es casualidad que hoy en día contemos con dispositivos o wearables que nos permiten monitorear el nivel de oxígeno en la sangre, de estrés, calidad de sueño y más, así como aportar rutinas de ejercicios y relajación.

Aunque estas funciones se convierten en una tendencia a partir de esta “nueva normalidad”, ya existía un camino en construcción hacia este tipo de ofertas y productos en la tecnología pre-pandémica, con una metodología de trabajo (teletrabajo) que se asentó, luego de casi 5 décadas de existencia.

Hablando de la actividad física y el interés del público por inclinarse a una vida saludable, los smartbands y smartwatches tomaron un gran protagonismo en el mercado de este rubro, gracias al monitoreo de pasos y las metas personales que uno podía establecerse.

Hoy, luego de un largo período de confinamiento, estas herramientas han evolucionado, proponiendo rutinas de ejercicios y entrenadores animados que te ayudan a cumplir tu cuota de actividad física.

Yendo más a fondo, Apple y AmazFit incluyeron una función bastante atractiva en sus Watch: una app para hacer electrocardiogramas, de esta manera puedes saber si presentas algún síntoma de alerta para consultar con tu médico.

Aunque es importante mencionar que estas funciones no reemplazan una consulta médica o un chequeo periódico, son una importante herramienta para estar al tanto de cualquier señal de alerta o ayudarnos a mantenernos en buen estado.

No podemos dejar de mencionar las funciones de conteo de calorías o alimentos que ingerimos al día que incluyen algunos wearables o aplicaciones, que permiten estar al tanto del balance nutritivo de nuestro organismo.

Finalmente, y no menos importante, el monitoreo de estrés y calidad de sueño, en un período en el que el hogar y el trabajo convergen en un solo espacio, es necesario para mantener un buen estado emocional y psicológico. A esto se suman, funciones que las complementan como ejercicios de respiración, que nos pueden servir para mantener el estado de relajación necesario.

Existen otros factores que también hacen que la tecnología se convierta en una pieza positiva para la familia, principalmente hablando de los más pequeños de la casa, pero este será un tema de conversación para otro texto. En tanto, quiero cerrar con una pregunta ¿qué tanto le sumó el dispositivo que tienes en tus manos a tu salud física y mental?

Escribe: Michael Livia (@michaellivia_)